Menos de una hora le llevó a Carlos Alcaraz (El Palmar, 2003) empezar su defensa de la corona del US Open con victoria. El tenista español tuvo un plácido debut en el complejo de Flushing Meadows, en el este de Nueva York, tras retirarse su rival, el alemán Dominik Koepfer, a mitad del segundo set.
Koepfer se torció el tobillo y tuvo que recibir asistencia médica. El alemán de 29 años, que en la previa retaba a Alcaraz diciendo que "solo es un jugador de tenis", veía truncados sus sueños a la primera de cambios. Con el tobillo vendado, se empeñó en seguir hasta que definitivamente optó por retirarse con 6-2 y 3-2 para Carlos en el marcador.
"Le tengo que dar crédito (por intentar seguir jugando). Ojalá le pueda ver de nuevo pronto en la pista", afirmó Alcaraz tras lamentar la lesión de su oponente. El tenista español se enfrentará en la siguiente ronda al sudafricano Lloyd Harris (177), quien derrotó al argentino Guido Pella (203).
[Djokovic arrebata el número 1 a Carlos Alcaraz tras volver a ganar en el US Open 605 días después]
Sacaba Koepfer, rival inédito para el español, en el primer juego del encuentro cuando en un mal gesto se torció el tobillo intentando un revés. Inmediatamente se vio que la situación era preocupante puesto que se descalzó, pidió la ayuda de los médicos y confirmó que se le estaba hinchando el tobillo.
"Está jodido, está acabado", explicó Koepfer a su equipo cuando le preguntaron sobre el estado de su tobillo inflamado mientras daba muestras claras de tener una movilidad sobre la pista muy limitada. Alcaraz no se relajó ni levantó el pie del acelerador, trató de mover de un lado a otro a su rival y le castigó con varias dejadas inalcanzables.
El alemán intentó resistir y arriesgó al máximo soltando latigazos con su zurda para evitar los peloteos largos, un auténtico calvario para su dolorido tobillo. Incluso tuvo un tímido y efímero instante de reacción ganando con su saque el primer juego del segundo set. Pero al final, pese a que -como dijo a la jueza de silla- no quería decepcionar a las más de 20.000 personas presentes, decidió que no podía seguir ya con una cojera evidente.
La lesión de Koepfer empañó en parte el estelar regreso de Alcaraz al imponente Arthur Ashe Stadium, la pista de tenis más grande del mundo (con capacidad para casi 24.000 espectadores) y donde el año pasado el murciano se coronó como campeón del Abierto de EE.UU. y como el número uno más joven de la historia.
Djokovic será el número 1
El joven de El Palmar ya sabe que no saldrá esta vez de Nueva York al frente de la ATP, ya que el serbio Novak Djokovic, su gran rival en este US Open, ya tiene asegurado ese puesto de honor tras su triunfo en la primera ronda en un torneo en el que solo puede ganar puntos tras su ausencia de 2022 por no estar vacunado contra el coronavirus.
Pero Alcaraz sueña con un segundo trofeo consecutivo en Flushing Meadows, que supondría además su segundo Grand Slam del año tras su histórico triunfo en Wimbledon precisamente contra Djokovic.
Alcaraz, a lo Sebastián Yatra
La nota divertida llegó cuando Alcaraz, tras el partido, se animó a cantar el tema 'Vagabundo' de su amigo Sebastián Yatra. En mitad del Arthur Ashe Stadium, la cancha de tenis más grande del mundo, el murciano entonó varios versos de la canción del artista colombiano, que aprobaba las dotes del tenista desde la grada.