Carlos Alcaraz sigue quemando etapas en este US Open. Por primera vez en el torneo, el español fue realmente exigido, pero ni siquiera un guerrero como Daniel Evans fue capaz de frenar su trayectoria en Nueva York. Ahora, el de El Palmar ya mira a los octavos de final y lo hace con sabedor de que todavía le falta lo más difícil si quiere revalidar su título en la Arthur Ashe.
El jugador español sigue su andadura sin prisa pero sin pausa. Y lo demostró ante Evans, un tenista que le puso contras las cuerdas y le exigió mucho más de lo esperado. Una prueba de fuego que le llegó antes de lo esperado, pero que le viene bien al español para no confiarse de cara a las rondas finales.
Pasó momentos de cierta tensión y los supo resolver a la perfección. Alcaraz, de este modo, ya está en los octavos de final del torneo y ahí se enfrentará al sorprendente Matteo Arnaldi. El italiano dejó por el camino a uno de los favoritos como es el británico Cameron Norrie, decimosexto cabeza de serie.
Poco después de terminar el partido, Alcaraz habló ante los medios y dejó claro que tiene muy en mente a los jugadores a los que se puede enfrentar. Una manera de dejar patente lo estudioso que es y que muestra todo el trabajo que hay detrás de 'Carlitos'. Más allá de los entrenamientos, hay un arduo y exhaustivo análisis de sus oponentes.
"Miro el cuadro y veo los rivales que me pueden tocar, pero voy día a día. Aunque me gustaría formar parte de la historia del torneo con alguien como Roger y voy a por ello", explicaba Carlos Alcaraz tras alcanzar su tercera victoria en esta edición del US Open.
Carlos Alcaraz, durante su partido frente a Evans.
En esas palabras se extrae que Carlos Alcaraz no piensa mucho más allá de sus próximos partidos, no lo tiene en cuenta. Él solo se centra en su siguiente contrincante y ese no es otro Arnaldi. Un día a día que le evita que la altísima presión que hay en estos torneos le vaya afectando, una manera de descargarse y centrarse en su objetivo.
Disfrutando sobre la pista
Una de las características que más ha destacado de Carlos Alcaraz en este comienzo de US Open ha sido sus guiños a la pista. El español se ha divertido de lo lindo frente a sus rivales y lo ha demostrado en reiteradas ocasiones. Su sonrisa le ha delatado en varios momentos y él no lo esconde.
De hecho, frente a Daniel Evans se le vio muy animado al final de varios puntos. Esto hace que esté mucho más tranquilo sobre la pista y que los nervios no le atenacen en los momentos clave. Eso fue lo que ocurrió frente al británico, que no se vino abajo en ningún momento a pesar de la tensión por perder el tercer set. Supo rehacerse perfectamente y demostrar que está en las mejores condiciones para luchar por la victoria final.
"Dan es un adversario enrevesado, con muy buen toque. El partido fue muy bueno, un show, con grandes tiros, grandes puntos y diferentes situaciones. Los dos sonreímos en la pista porque hacer feliz a la gente y entretenerla hace que esto sea divertido. Se siente la energía del público que disfruta", explicó una vez finalizó el partido para explicar cómo habían discurrido ese tipo de acciones.
Por último, Alcaraz también quiso dejar claro que le gusta interactuar con el público, especialmente con el español. El vigente campeón del US Open es uno de los jugadores más mediáticos del circuito de la ATP y eso le hace tener una enorme legión de fans. En el US Open está siendo igual, pero él desveló que siempre trata de contentar a aquellos que viajan desde nuestras fronteras.
"Honestamente, estaba intentando encontrar banderas españolas, para golpear las pelotas hacia ahí", dijo con una sonrisa. Alcaraz respondió así a una pregunta sobre qué sentía cuando regalaba pelotas a los fans en el Arthur Ashe Stadium, la pista de tenis más grande del mundo, y hacia dónde apuntaba con su raqueta con sus envíos.
A una repregunta sobre si eso es algo que siempre hace, el español respondió que sí de nuevo con una sonrisa. "A veces encuentro muchas banderas, a veces no encuentro tantas", sentenció el actual campeón del torneo poco antes de marcharse a los vestuarios para afrontar su próxima cita. Será este lunes contra el italiano Matteo Arnaldi y está a solo cuatro partidos de revalidar su título.