Era madrugada en España, pero la noticia resonó con fuerza igualmente. Al habla Craig Tiley, el director del Abierto de Australia, el Grand Slam que da el pistoletazo de salida a los 'majors' cada temporada, y en su boca una frase que encendía la llama de la ilusión de muchos aficionados al tenis: "Rafa Nadal me ha confirmado que volverá el año que viene".
Efectivamente, el director del torneo oceánico le estaba poniendo una fecha de regreso a Rafa Nadal, que tan mal lo ha pasado en los últimos tiempos. Recientemente se había podido ver al propio deportista entrenando con mucha intensidad, así que las piezas del puzle parecían cuadrar, pero resulta que no es oro todo lo que reluce.
Las últimas informaciones dicen que Tiley realmente no habló con Rafa Nadal de forma directa. Lo hizo con su entorno, que siempre le mostró cierta precaución al respecto, aunque al de Manacor le encantaría estar en Australia, qué duda cabe. Sin embargo, no termina de tenerlo claro y de ahí el último mensaje que compartió en sus redes sociales.
Nadal, durante el partido ante McDonald.
Parece, por lo tanto, que el director del Grand Slam se lanzó a la piscina demasiado pronto con mucho riesgo de que ni siquiera tenga agua. Y es que no es la primera vez que realiza una maniobra de este tipo con las grandes figuras del tenis y después tiene que comerse sus propias palabras.
A lo largo de los últimos años, Craig Tiley ya vaticinó la presencia de figuras en su torneo como Roger Federer, Serena Williams y Andy Murray. Llegó a decir de todos ellos que jugarían en Australia en diferentes años, pero esto nunca se cumplió, así que está por ver si con Rafa Nadal suma su cuarta metedura de pata consecutiva con una gran estrella del tenis.
Serena, Federer y Murray
El historial del director del Abierto de Australia habla por sí solo. Echando un vistazo a los años anteriores, es habitual comprobar cómo Tiley se precipita una y otra vez a la hora de 'vender' el mejor cartel para su torneo a través de la presencia de las grandes estrellas del tenis.
Le sucedió ya en 2017 con la mejor tenista que el deporte ha visto en los últimos tiempos. Contar con Serena Williams era un absoluto privilegio para cualquier torneo, y el Abierto de Australia soñaba con tenerla en su edición de 2018, así que unos meses antes la organización ya dio casi por hecha su participación.
Serena Williams había sido madre unos meses atrás, y pese a que poco a poco fue recuperando su actividad física, su presencia en Australia se encontraba muy al filo. Finalmente, ella misma descartó presentarse a este Grand Slam porque no se sentía con la suficiente fuerza: "Aunque estoy muy cerca, personalmente no estoy al nivel que me gustaría", comentó la estadounidense confirmando su ausencia.
Aquella negativa fue un duro varapalo para el torneo, pero no menos sonados iban a ser los casos de Andy Murray y de Roger Federer en 2021. Craig Tiley se volvió a tirar a la piscina asegurando la presencia de los dos genios en aquella edición y el cuadro definitivo no contó con ninguno de ellos, ambos devastados por las lesiones.
"Roger Federer nos ha confirmado que jugará el Abierto de Australia", comentó en una entrevista el mandamás del torneo. Con entusiasmo, el organizador quiso poner de relieve que el suizo deleitaría al público en 2021 con su presencia, pero poco después tuvo que rectificar porque Federer finalmente no pisaría el país oceánico.
Federer, en Melbourne.
Pese a que se habló de molestias físicas, lo cierto es que la pandemia de la Covid-19 tuvo mucho que ver en aquella decisión. Las normas obligaban a su mujer e hijos, con los que solía viajar a los grandes torneos, a permanecer encerrados en la habitación del hotel, algo que no entusiasmaba al tenista. Tampoco el hecho de viajar solo durante tantas semanas, así que finalmente Federer no estuvo en aquel Abierto de Australia.
Como Andy Murray. La organización le dio una invitación especial para poder jugar aquella edición y Tiley dio por confirmada su presencia: "Damos la bienvenida a Andy Murray a Melbourne con los brazos abiertos", comentó públicamente.
Andy Murray, jugando a las 3 de la mañana.
Unas semanas más tarde, sin embargo, se confirmó que el escocés tampoco iba a formar parte del Grand Slam. Su positivo en Covid-19 unos días antes y la imposibilidad de encontrar una solución para que pudiera jugar, le dejaron "devastado" y son jugar en Australia.
Rafa Nadal, otro más
Lo de confirmar la participación de grandes tenistas de la historia reciente de este deporte en algunas entrevistas con los medios de comunicación es algo recurrente en Craig Tiley. Como si de un déjà vu se tratara, el mandamás del Abierto de Australia volvió a hacerlo este año y de nuevo con una figura icónica, en esta ocasión la de Rafa Nadal.
"Voy a dar una exclusiva. Rafa volverá a Melbourne. Ha estado fuera del circuito durante mucho y he estado hablando con él en los últimos días. Me ha confirmado que volverá el año que viene, lo que nos emociona a todos. Es increíble, una magnífica noticia", dijo en una entrevista en televisión.
Todas estas frases suenan a historias del pasado, las mismas que protagonizó con Serena, Federer o Murray, y pese a que en un principio estas declaraciones levantaron un gran revuelo lo cierto es que con el paso de las horas el globo se ha ido desinflando. Las informaciones más recientes hablan de que Tiley en realidad ha hablado con el entorno del jugador, y que aún así las dudas siguen siendo muy grandes.
El propio Rafa Nadal dejó un mensaje en sus redes sociales con cierto enigma. En él, pese a que confirmaba que estaba trabajando duro y que esperaba regresar lo antes posible, tampoco confirmaba al 100% su presencia en Australia: "Agradezco el voto de confianza del Abierto de Australia… Estoy entrenando todos los días y trabajando duro para volver lo antes posible", dijo.
Hace poco que se abrió el periodo de venta de entradas para el Abierto de Australia, y desde luego que confirmar la presencia de Rafa Nadal dará un impulso al torneo, pero el tiempo dirá si de nuevo, por enésima vez en estos últimos años, Craig Tiley se tiene que tragar sus palabras.