Era el gran favorito y cumplió con todos los pronósticos. Novak Djokovic se proclamó campeón del Masters 1.000 de París después de derrotar en la gran final al búlgaro Grigor Dimitrov por dos sets (6-4, 6-3) en un choque equilibrado pero en el que hizo valer sus chispazos de calidad para llevárselo a su terreno.
El serbio empleó poco más de una hora y media para imponerse al número 17 del mundo, un Grigor Dimitrov que está demostrando en los últimos tiempos que aún tiene mucho tenis que ofrecer en su raqueta, y se llevó la ovación del público galo.
Con esta victoria, 'Nole' se afianza en el número 1 del ránking para evitar que Carlos Alcaraz se aleje en la carrera por terminar el año en lo más alto. La prematura caída del español en su primer encuentro dejó claro que no está a su mejor nivel, mientras que su gran rival demostró que sigue siendo imparable y que es una máquina de ganar.
El triunfo del serbio sirve para darle un poco de lustre a este Masters 1.000 de París que ha estado rodeado por la polémica prácticamente desde el primer día. Medvedev plantó cara al público y cargó contra los aficionados franceses, mientras que los horarios intempestivos de madrugada en los que se produjeron algunos partidos levantaron amargas críticas de los tenistas y hasta propiciaron la retirada de Sinner.
Djokovic, imparable
A tenor de la emoción destada en la celebración del título, Novak Djokovic sigue disfrutando como un niño pequeño de cada triunfo. A sus 36 el serbio no se ha cansado de ganar y vive con mucha intensidad el hecho de poder ampliar su palmarés y de seguir en lo más alto del ránking el mayor tiempo posible.
El partido arrancó con una igualdad tremenda. No era para menos. El número 1 frente a un tenista al que ya muchos daban por muerto pero que viene en clara línea ascedente. Por eso, cada uno fue sacando adelante su servicio hasta llegar al ecuador del primer set, momento en el que Nole aprovechó para dar su aguijonazo.
Esa rotura de servicio fue algo de lo que Dimitrov ya no pudo recuperarse, y a la segunda bola de set Djokovic logró adjudicarse la primera manga. Ya tenía la mitad del trabajo hecho en 52 minutos.
Más pronto llegó el desequilibrio en el segundo set. Nole se puso 3-2 arriba al romper al búlgaro su servicio y a partir de ahí fue todo rodado. No dio la más mínima oportunidad a su rival con su saque, y por si fuera poco terminó logrando un nuevo break que le sirvió para adjudicarse la victoria final en este Masters 1.000 de París.