Carlos Alcaraz ha comenzado su andadura en el Open de Australia de manera brillante. Ha sumado dos victorias y comienza a dejar atrás esos partidos tan peligrosos y que tantos disgustos cuestan en las primeras rondas. El número dos del mundo se ha mostrado firme y solvente, además ya ha alcanzado su mejor registro en Melbourne, igualando lo conseguido la temporada pasada.

Frente a Lorenzo Sonego se dejó un set, pero las sensaciones fueron notables. Con tan solo únicamente un partido oficial disputado en este 2024, el murciano supo leer a la perfección el duelo de segunda ronda y exprimió al máximo sus puntos fuertes. No perdió los estribos al ceder una manga y sentenció su pase en el desempate del cuarto.

Su servicio y su derecha han sido sus mejores aliados en este arranque en Australia. Esos dos golpes le han salvado de más de un apuro y le han hecho dar un paso hacia adelante en Melbourne, donde parece haberse adaptado a la perfección a esas condiciones extremas.

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Él mismo lo dejó claro ante los medios en la rueda de prensa posterior a su victoria frente a Sonego. "Al final, quien gana es el que consigue adaptarse mejor a cualquier circunstancia", reseñó 'Carlitos'. Unas palabras demuestran su mimetización con esas condiciones, tanto dentro como fuera de la pista, y que le han hecho convertirse en una especie de camaleón, a tenor de esas declaraciones dejadas. 

Una adaptación clave en Australia, ya que el primer Grand Slam de la temporada pasa mucha factura en los jugadores. En esta edición, Jack Draper sufrió en sus propias carnes los efectos de las duras condiciones al acabar vomitando tras su victoria frente a Giron. También Richard Gasquet, en su duelo contra Alcaraz, dejó una imagen para el recuerdo con su camiseta completamente mojada debido ese pegajoso calor.

Carlos Alcaraz, en el partido ante Sonego en el Open de Australia. EFE

Sea como fuere, Alcaraz ha sabido mutar para convertirse en un camaleón y así esquivar los inconvenientes a los que se están enfrentando otros muchos tenistas en este Open de Australia.

Fiabilidad y templanza

Carlos Alcaraz ha logrado dos victorias convincentes frente a dos jugadores muy experimentados como son Lorenzo Sonego y Richard Gasquet. Tan uno como otro, le han exigido en varios momentos de sus partidos, pero el número dos del mundo ha sabido responder a la altura de las condiciones.

El de El Palmar ha encontrado una fiabilidad absoluta en su servicio y en su saque. Amparado a ellos, ha logrado desarmar a sus rivales y llevarles hasta la extenuación en este siempre complicado Open de Australia. Además, ha demostrado tener templanza en los momentos críticos de sus partidos.

Frente a Richard Gasquet se fue al desempate en el primer set, pero se lo acabó apuntando sin fisuras. Contra Sonego, pese a perder la segunda manga en el tie-break, decidió el duelo a su favor en el cuarto en la muerte súbita. Dos de tres ganados, aunque se llevó los dos más importantes.

Carlos Alcaraz, durante el partido de segunda ronda del Open de Australia ante Lorenzo Sonego EFE

Mejor que todos sus rivales

Una de las grandes dificultades del Open de Australia radica en la falta de ritmo de muchos jugadores. Cantidad de ellos se presentan sin haber disputado un torneo previo o con muy pocas horas sobre la pista, lo que hace que se puedan llevar sustos importantes sobre la pista.

En el caso de Alcaraz, esa supuesta inactividad, a pesar de haber disputado un par de exhibiciones, no parece haberle pasado factura. Sin embargo, sus rivales sí que han sufrido en exceso en estas dos primeras rondas.

Novak Djokovic, diez veces ganador en Australia, ha dejado muchas dudas en su juego y se ha visto superado por sus oponentes en diversos partidos, llegándose a dejar dos sets. Daniil Medvedev tampoco ha brillado en exceso y sufrió en primera ronda, perdiendo una manga. Stefanos Tsitsipas no ha dejado su mejor tenis y ha perdido dos sets.

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Casper Ruud y Alexander Zverev casi se marchan para casa en esta segunda ronda al tener que ganar sus partidos en cinco apretadísimos sets. Algo que no le ha ocurrido a Alcaraz y a Sinner, el otro jugador que también se ha mostrado intratable en este comienzo de Grand Slam.