Carlos Alcaraz está demostrando por méritos propios que es uno de los principales candidatos a ganar el Open de Australia. El tenista español continúa con paso firme en el primer Grand Slam de la temporada y nadie parece hacerle sombra ni complicarle en exceso. Mientras tanto, la mayoría de sus rivales son incapaces de encontrar la regularidad en el torneo.

El partido del número dos del mundo frente a Shang Juncheng demostró que está creciendo con el paso de las rondas. Alcaraz va curtiéndose poco a poco en un Grand Slam que históricamente no ha sido nada favorable para los españoles. No obstante, él sigue avanzando sin miedo a lo que ocurrirá en un futuro.

Contra el tenista chino, más allá de su retirada, 'Carlitos' se mostró intratable en la pista. No concedió ni una oportunidad a su contrincante y lo más cerca que estuvo de derrotarle fue con un 1-1 en los dos primeros sets. Shang era una de las grandes revelaciones del torneo, pero rápidamente se diluyó ante el creciente jugador que tenía delante.

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Ahora tendrá que verse las caras con Keomir Kecmanovic. El serbio aparece en el horizonte como un rival mucho más aguerrido que sus predecesores. Ha alcanzado sus primeros octavos de final en un Grand Slam y se está sintiendo muy a gusto en el torneo tras dejar fuera a dos cabezas de serie de la talla de Struff y Paul.

Además, llega con mucha carga de trabajo en sus piernas y ha acostumbrado a jugar a cinco sets, ya que ha tenido que recurrir a la manga definitiva frente al alemán y al estadounidense en sus dos últimos encuentros. Por lo tanto, Alcaraz deberá de dar un paso adelante contra el serbio.

Ambición desmedida

Carlos Alcaraz ha demostrado que quiere ir a por todas en este Open de Australia. El de El Palmar no quiere perder el tiempo en este 2024 y ya se está empleando a fondo para recuperar el número uno. Y ha dejado claro su propósito a lo largo de esta temporada.

Tras derrotar a Shang, el murciano reivindicó su papel y aseguró que está dispuesto a mantener este altísimo nivel durante todo el año. El español quiere mantener una estabilidad de la que adoleció en el tramo final de la pasada temporada y ya se ha puesto manos a la obra para conseguirlo.

"Mi objetivo es mantener un alto nivel todo el año. Después de Wimbledon perdí algunos partidos que no debería haber perdido, pero así es el tenis, es algo que puede ocurrir. Estoy centrado en seguir haciendo las cosas que hice bien el año pasado y corregir las que hice mal", explicó.

Por otro lado, también dejó claras sus ganas de seguir rompiendo barreras en el circuito y señaló cuál es su ejemplo a seguir, que es Novak Djokovic. El serbio es un adicto a establecer récords, como puede ser el número de Grand Slams ganados o el de Masters 1000 conseguidos.

"Los récords que realmente quiero batir son los de Novak. Esos son los que me propongo en mi carrera. Los otros también están bien, pero intentamos no darle importancia. Estamos centrados en trabajar para ser mejor. Esto es algo muy bueno, pero si le das demasiada importancia es posible que pueda jugar en tu contra", espetó en la sala de prensa.

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Nuevo récord

Tras ganar a Shang, Carlos Alcaraz batió un récord que llevaba vigente más de cuatro décadas. El español se ha convertido en el tenista más precoz en lograr estar siete veces consecutivamente en la segunda semana de un Grand Slam, ya que lo ha logrado con tan solo 20 años.

Björn Borg era el que ostentaba dicho honor, ya que lo había logrado entre Roland-Garros 1975 y Wimbledon 1977. Ahora, dicha distinción le pertenece a 'Carlitos', aunque el español está mucho más centrado en ganar en partidos que en superar este tipo de registros.