La suerte sigue sin sonreírle a Paula Badosa. La tenista catalana dejó este lunes una conmovedora imagen al retirarse entre lágrimas de un partido por culpa de una nueva lesión física. Un nuevo percance en la espalda, el enésimo en los últimos meses.

En su debut en el WTA 1.000 de Dubái, la española pretendía dar continuidad a su vuelta a las pistas. La espalda, aparentemente, volvió a frenarle el paso. En los últimos puntos del primer set Badosa se echó la mano a la cadera izquierda, dejando entrever que algo no iba bien. Tras hablar con médico y fisio abandonó definitivamente el partido.

Se sentó en su banquillo y fue atendida para tratar sus molestias. Fue ahí cuando arrancó a llorar, sujetando su cabeza con la mano izquierda y con la vista totalmente perdida en el horizonte.

Badosa, que ya acumula 32 retiradas a lo largo de su carrera, ya había abandonado esta temporada en segunda ronda de Hua Hin (Tailandia) frente a la rusa Diana Schnaider por una lesión en la espalda, aunque la tenista remarcó que no era una recaída de la anterior.

Nuevo golpe

El calvario de Badosa comenzó en mayo. En el WTA 1.000 de Roma se lesionó por primera vez de la espalda (de la vértebra L4) y se estimó que estaría alejada de las pistas durante dos meses. Sin embargo, acortó los plazos de su recuperación y llegó a tiempo para disputar Wimbledon. Comenzó con buen pie el Grand Slam, pero tuvo que retirarse en segunda ronda por problemas en la misma zona.

Esta temporada, después de dejar sensaciones positivas en la World Tennis League, una exhibición celebrada en Abu Dabi, volvió en Adelaida, torneo en el que no pudo pasar del debut.

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En el Open de Australia, por fin, acumulando tres partidos, empezó a ver un rayo de esperanza. Una semana después, sin embargo, en Tailandia, tenía que abandonar de nuevo por la espalda (por unas molestias distintas, aseguró). Volvió en Qatar hace apenas cinco días, pero este lunes su carrera se ha vuelto a frenar.