Como el Real Madrid, Rafa Nadal nunca se rinde. El tenista español empezó su camino en Roma por la vía de la remontada, imponiéndose al belga Zizou Bergs en un partido que se fue hasta los tres sets (4-6, 6-3 y 6-4) y casi tres horas de duración. En segunda ronda le espera el número nueve del mundo, Hubert Hurkacz.
Nadal enseñó dos caras bien diferentes. Primero una llena de dudas, algo que se reflejaba en cada movimiento y en cada golpe con la raqueta. En esas llegó la sorpresa, con Bergs llevándose el primer set y provocando el temor de todos los aficionados de Rafa. A partir de la segunda manga, y de un parón por asistencia médica en la grada, se vio la versión buena del manacorí.
De menos a más, Nadal sigue teniendo razones para mirar con optimismo hacia delante. Rafa dijo cuando estaba en Madrid que no tomaría una decisión sobre su participación en Roland Garros hasta después de Roma. De momento, con su avance en el Masters capitolino, es seguro que habrá que esperar unos días más para conocer los planes del ganador de 22 Grand Slams.
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Nadal tuvo un muy mal primer set, en el que cometió 16 errores no forzados y sólo realizó tres winners. Bergs, cuyo nombre viene por la afición de sus padres al futbolista Zinedine Zidane, se llevó la manga por 6-4. A Rafa no le salían las cosas y se mostraba muy contrariado por su juego, mientras buscaba soluciones en su equipo.
Cuando empezó el segundo set, y Nadal iba 40-0 en el primer juego, el partido se interrumpió durante diez minutos mientras un espectador era atendido por los servicios médicos. Aprovechó ese momento Rafa para hablar con Carlos Moyà y Marc López en su box y le sirvió para dar un volantazo al partido.
El Rafa que se vio a partir del segundo set era otro muy diferente. Redujo sus errores a la mitad (sólo 7) y triplicó su número de golpes ganadores (9). Nadal se impuso por 6-3 para igualar el partido y mandar un mensaje al atrevisto jugador belga. Pero todavía quedaba un último asalto y Bergs, a pesar de ser un jugador con escasa experiencia en el circuito ATP, no estaba dispuesto a vender barata su piel.
Nadal empezó la tercera manga con break a favor en el segundo juego al saque de Bergs. Y pudo ir por la vía rápida de haber aprovechado la bola que gozó en el siguiente servicio del belga para volverle a romper el saque. Sobrevivió Zizou y en el siguiente juego cambió las tornas para apretar a un Nadal que quería cerrar ya el partido. El manacorí salvó tres bolas de break con 3-2 para evitar la igualada y a partir de ahí avanzó hasta la victoria. Rafa se asegura un partido más en Roma y sigue acercándose al objetivo de ir a París en forma en cuestión de dos semanas.