La vida le sonríe por fin a Alexander Zverev en Roland Garros. El tenista alemán, que tanto ha sufrido sobre la arcilla de París, ha logrado de una vez por todas el premio al esfuerzo y sacrificio. Por primera vez en su carrera disputará la final de este Grand Slam y quien sabe si el domingo estrenará su palmarés.

Para ello tendrá que derrocar a Carlos Alcaraz. El tenista español será un hueso muy duro de roer, más aún viendo el gran nivel que mostró ante Jannik Sinner, la mejor raqueta del mundo. Un ejercicio de supervivencia y superación que le sirvieron al español para alcanzar también su primera final en Roland Garros.

Zverev no sufrió tanto como Alcaraz. De hecho, el teutón arrolló sin piedad a un Casper Ruud (2-6, 6-2, 6-4 y 6-2) que llegaba como gran sorpresa del torneo y que inclusó le llegó a complicarle las cosas al llevarse el primer set del choque. Dejó escapar la primera manga, pero apareción entonces un auténtico torbellino sobre la Philippe Chatrier que se llevó por delante todo lo que se le puso en el camino.

El tenista alemán comenzó con dudas y su nivel en el primer set estuvo muy lejos de lo que venía mostrando durante el torneo. Fue arrollado por un Rudd superlativo que puso su firme candidatura a lograr el pase a una nueva final de Roland Garros. Pero no fue así. 

Zverez cambió por completo y comenzó a firmar un tenis excelso. Ruud, con problemas estomacales, no fue rival en los tres siguientes sets que cayeron de lado de un jugador germano que no tuvo ninguna piedad. 

Último reto

Ahora, Zverev piensa en la final. El número 4 del mundo es uno de los pocos tenistas que tiene favorable el balance de duelos con Alcaraz. Se han medido en nueve ocasiones, con cinco triunfos del germano que, sin embargo, se inclinó en el último, en cuartos de final del Masters 1.000 de Indian Wells hace cuatro meses.

Pero en el Abierto de Australia fue Zverev quien se hizo con la victoria en cuatro sets también en cuartos de final, al igual que en Roland Garros de 2022, el único duelo en este torneo.

A sus 27 años, logró superar ese peldaño para disputar su segunda final de un Grand Slam, tras la del Abierto de Estados Unidos de 2020 que perdió frente al austríaco Dominic Thiem.