Ha llegado la hora de la verdad para Swiatek y Paolini. Sólo una de ellas sonreía cuando el sol de París comience a caer. Con paso firme se ha plantado la polaca en la final de Roland Garros tras únicamente haber cedido un set en todo el partido, lo habitual en ella.
Más llamativo, que no sorprendente, ha sido el nivel mostrado por la italiana para superar tanto a rivales consolidadas como Rybakina, como a jóvenes promesas como Andreeva.
La polacaSwiatek, número uno del mundo, intentará convertirse en la cuarta mujer de la era Open que levanta cuatro veces la Coupe Suzanne Lenglen, tras Justine Henin, Chris Evert y Steffi Graf.
Paolini es la primera italiana en llegar a la final de un Grand Slam desde que Flavia Pennetta se impuso a Roberta Vinci en el US Open de 2015.