La campeona de Wimbledon 2023 se despide a las primeras de cambio un año después debido a la exhibición de una tenista española, Jessica Bouzas. La jugadora gallega de 21 años dio la gran sorpresa de lo que va de torneo al vencer a Maketa Vondrousova en dos sets (6-4, 6-2).
Lo hizo en algo más de una hora y ante una pista central repleta para ver a la vigente campeona del torneo. Sin embargo, Bouzas sorprendió a todos y se llevó el choque ofreciendo un nivel excelso.
"Estoy muy feliz, este es uno de los momentos más importantes de mi vida, de mi carrera, en esta pista, es asombroso. La atmósfera de este torneo es una de las más bonitas en las que he jugado", dijo Jessica, emocionada.
"Solo pensaba en disfrutar el momento, jugar contra una de las mejores del mundo, campeona el año pasado. Solo quería pasarlo bien, jugar libre, y lo conseguí. Así que estoy contenta por eso", añadió.
Sin piedad
Jessica Bouzas dejó helada a la checa, incapaz de aguantar los intercambios, de apoyarse en su servicio y de encontrar el torrente de ganadores con los que reinó sobre la hierba hace un año.
El partido comenzó ya de cara para Bouzas, que aprovechó su primera bola de 'break' para ponerse 2-0. La ventaja, como anticipaba mucha gente en el público, esperando la reacción de la checa, duró poco, pero Vondrousova no parecía hacer 'click' en el partido, quizás aún afectada por la dura caída que sufrió en Berlín hace dos semanas y que le obligó a retirarse.
Bouzas estaba mucho mejor, dominando el partido como si no fuera su primera vez en la pista central. El año pasado superó la fase previa, pero se despidió en primera ronda, mientras que su única aventura en el resto de Grand Slams fue en Roland Garros este año, con derrota también en el debut.
Tras ganar el primer set, lo normal en estas situaciones es que Vondrousova reaccionara. Una remontada no hubiera escapado a toda lógica.Pero era el día de Bouzas. El titubeo de tener el partido en su mano solo duró un juego, entre que rompió por primera vez a Vondrousova, esta le devolvió la rotura y la de Pontevedra recuperó el 'break'. Ya no dejó que se escapara nada más. Cerró el partido con un golpe paralelo espectacular que besó la línea y se puso a llorar en su banquillo.
El jueves se enfrentará en segunda ronda y en una cancha más pequeña, a su compatriota Cristina Bucsa o a la rumana Ana Bogdan. Nadie le va a quitar el sueño de seguir escribiendo su historia sobre la hierba de Wimbledon.