Jéssica Bouzas, un huracán gallego en Wimbledon: la futbolista frustrada que ha tumbado a la campeona
La tenista española ha hecho historia en el All England Club al derrotar a Vondrousova, defensora del título, en dos brillantes sets (6-4 y 6-2).
3 julio, 2024 02:15Jéssica Bouzas ha hecho historia en Wimbledon este martes 2 de julio. La tenista gallega de tan solo 21 años ha conseguido vencer a Marketa Vondrousova, actual defensora del título, en una espectacular exhibición que ha durado poco más de una hora de intensa batalla.
Este triunfo, el más importante de su corta carrera deportiva, ha servido para que el mundo conozca el enorme talento de Jéssica Bouzas, el nuevo diamante del tenis español que lleva pisando muy fuerte durante los últimos meses. El huracán gallego borró de la pista central del All England Lawn Tennis Club a la defensora de la corona en el cuadro femenino en una exhibición sin precedentes.
El resultado del encuentro (6-4 y 6-2) ha sido el mayor exponente del excelso nivel al que ha rendido la jugadora de Villagarcía de Arosa en su debut en la presente edición de Wimbledon. Un día que sin duda nunca olvidará, ya que además de haber doblegado a toda una número 6 del mundo, ha conseguido su primer triunfo en un cuadro final de un Grand Slam.
Así es Jéssica Bouzas, el huracán gallego
Wimbledon es un torneo acostumbrado a lanzar al estrellato a grandes tenistas que buscan en el All England Tennis Club de Londres su gran oportunidad para brillar. Billie Jean King consiguió allí su primer Grand Slam con 22 años. Con 21 años, Roger Federer y Andre Agassi consumaron su primera victoria. Igual que hizo otra leyenda como Martina Navratilova. Aunque nadie consiguió llegar tan alto tan pronto como lo hizo Boris Becker, quien con solo 17 años ya estaba tumbando a los más grandes vestido de blanco impoluto.
Con ese mismo pie ha empezado su camino Jéssica Bouzas, quien este martes derrocó a la actual campeona del torneo británico en lo que ha sido, con diferencia, el mejor partido de su carrera. Aún es pronto para soñar con el título, pero cierto es que Jéssica Bouzas ha comenzado a quemar etapas a un ritmo de vértigo en este 2024.
Una irrupción que a muchos les ha recordado a la de Emma Raducanu, quien en el año 2021 firmó una meritoria cuarta ronda para, unos meses después, levantar su primer Grand Slam en Estados Unidos. Ahora, Bouzas se consolida como una de las nuevas ilusiones del tenis español y mundial.
La gallega parece estar destinada a llenar el vacío que ha dejado la retirada Garbiñe Muguruza y el duro momento que atraviesa Paula Badosa, quien poco a poco lucha contra las lesiones para mantener su hueco en el panorama internacional. Precisamente, Bouzas consiguió la que hasta ahora había sido su mayor victoria frente a la 'neoyorquina' en el Mutua Madrid Open de este curso. Ahora, Jéssica brilla con una raqueta en la mano, pero hace no mucho, su futuro parecía estar encaminado hacia otro deporte.
Jéssica Bouzas nació en el municipio de Villagarcía de Arosa en el año 2002. Desde muy pequeña, su vida giró en torno al deporte. Sin embargo, la Jéssica más inocente no soñaba con ser tenista, sino que lo hacía con ser futbolista. Esa era su verdadera pasión en sus inicios. De hecho, hasta era del Barça. No obstante, no tardó en comprobar que su verdadero potencial estaba en la raqueta.
Probó el tenis y se enamoró. Aunque no lo tuvo fácil, ya que como recuerda en una entrevista para el portal Punto de break, ser tenista en Galicia, con las pocas horas de luz que hay, el frío y la lluvia, no es una tarea fácil. Sin embargo, de aquellos sacrificios estos éxitos. Aquellas malas experiencias, empapada y con principios de hipotermia, forjaron a la campeona que es hoy en día, curtida en mil batallas a pesar de su juventud.
Jéssica no tardó en encontrar su camino, ya que se introdujo en este mundo cuando solo tenía 5 años, entrando a formar parte del Club de Tenis y Pádel el Rial, en su pueblo natal. Poco a poco fue descubriendo sus dotes y sus destrezas, lo que impulsó a su familia a animarla a probar suerte en una de las escuelas más importantes de España.
Así fue como llegó, con tan solo 13 años, a la Academia de Tenis Ferrer, situada en La Nucía (Alicante). Jéssica dejó atrás a sus amigas y se cruzó toda España para pelear por su sueño. En ese momento el tenis era su prioridad y qué mejor mentor que un campeón nacional como David Ferrer, leyenda de nuestro deporte, para guiar sus pasos.
Poco a poco, Bouzas fue forjando su camino y desarrollando su potencial, siempre con la imagen de Garbiñe Muguruza como gran referente. Desde muy pequeña, una niña que no hacía caso de ídolos se quedó prendada del talento y de la calidad de la hispano-venezolana, ganadora de Roland Garros y de Wimbledon. Ahora, menos de una década después, emula sus victorias sobre la hierba londinense.
Jéssica es ahora noticia por haber hecho historia, ya que es la segunda vez en toda la Era Open (1968) que la defensora de la corona cae en primera ronda. Un hito que no sucedía desde 1994, cuando la mítica Steffi Graf cedió a las primeras de cambio. Su próximo rival será otra jugadora española, Cristina Bucsa.
Momentos de brillo que contrastan con lo duro que ha sido su camino hasta la élite. Con tan solo 14 años, la gallega estuvo a punto de arrojar la toalla cuando la inundó una pequeña crisis interna: "No fue tanto el querer dejar el tenis sino el ser consciente de que si volvía a Galicia iba a ser complicado seguir el nivel profesional por las condiciones. Tuve un colapso en el que pensé, '¿puedo o no puedo?'". Pero en ese momento, cuando se hacía de noche en su mente, decidió tirar hacia delante.
Los primeros grandes éxitos de Jéssica llegaron en el año 2020, cuando consiguió disputar su primera final individual en Cambados. Aquella derrota frente a la suiza Conny Perrin le hizo aprender mucho y solo unos meses más tarde consiguió su primer título en un evento celebrado en El Cairo (Egipto). Días más tarde repetiría corona en la capital egipcia.
El salto a la élite
A partir de ese momento, Bouzas cambió el chip y arrancó su despegue hacia la élite, teniendo su primera gran explosión en el 2022. Ese año conquistó cinco títulos, más que ninguna otra jugadora española en el circuito, haciendo que su nombre empezara a copar titulares y recibiendo también las primeras comparaciones. Incluso se colgó al cuello una medalla de bronce en individuales y la medalla de oro en dobles en los Juegos Mediterráneos en la ciudad de Orán (Argelia).
Ese fue el momento de hacer un punto de inflexión en su carrera profesional. Abandonó la Academia de David Ferrer y se mudó a Madrid, donde se rodeó de un equipo completamente nuevo. Al frente del mismo se encontraba Javier Martí, quien fue entrenador de Badosa en los años 2020 y 2021. Junto a él, introdujo cambios muy importantes en su preparación y en su tenis.
Le dio mucha trascendencia a su físico y por ello fichó a Adolfo Madrid, preparador físico de estrellas como Marcos Llorente. Ahora, su cuerpo y su poderío se han convertido en dos de sus mayores armas. Ambos preparadores vieron en el huracán gallego un talento único y un margen de progresión muy amplio. Por ello, se marcaron el reto de entrar en el Top100, hito que ha tardado solo un año en llegar.
En la temporada 2023 llegó su irrupción en el panorama más internacional, ya que con apenas 20 hizo sus primeras apariciones en la élite. Así fue como llegó su debut en un cuadro final de un Grand Slam. Y fue precisamente en Wimbledon, donde superó la fase previa para ganarse el billete al cuadro final directo de cara a este 2024.
Tras unos años que le sirvieron para llamar a la puerta como gran promesa, este 2024 ha conseguido consolidarse como una tenista de primer nivel bajo las órdenes de Roberto Ortega, su actual entrenador. Además, el trabajo con su psicólogo y la confianza que siempre le ha mostrado Anabel Medina, seleccionadora nacional, también han sido claves en su crecimiento.
Así llegó en marzo su primer título profesional, el WTA 125 de Antalya (Turquía). Ese triunfo, y su puesto de finalista en el ITF de Zaragoza, le sirvieron para romper la barrera de las 100 mejores jugadoras del mundo. Su ascenso ha continuado siendo meteórico y en estos momentos ya ocupa la posición 83 del ranking. Además, su buen desempeño en Wimbledon le permitirá dar un nuevo gran salto en la tabla.
Este año también ha vivido otro de los momentos más especiales de su carrera. Fue en el Mutua Madrid Open, cuando la gallega consiguió derrotar en un brillante partido a la también española Paula Badosa. La de Villagarcía de Arosa derrotó a la campeona nacional en primera ronda en tres sets (2-6 / 6-3 y 6-3) y alargó su presencia en el torneo hasta la tercera fase, cuando cayó contra Ostapenko, novena cabeza de serie.
Ahora, lejos del polvo de arcilla, Bouzas sueña con seguir haciendo historia en Wimbledon, el torneo que podría ser el comienzo de su camino hacia el estrellato. Jéssica llega al tenis de primer nivel en un momento complicado, en el ocaso que dejan estrellas como Nadal, Muguruza o Badosa y en la orfandad que vive la única referencia de la raqueta española, Carlos Alcaraz. Por ello, a sus 21 años, muchas miradas señalan ya al huracán gallego como la nueva promesa que debe revitalizar el sector femenino de este deporte.