Paula Badosa levanta el puño por segunda vez en Wimbledon después de derrotar a la joven Brenda Fruhvirtova y avanzar a tercera ronda. El triunfo le permite subir del 93 al puesto 83 del ranking WTA. Alcanzar los octavos de final, su techo histórico en el Grand Slam de la hierba, será todo un reto para Badosa, pues este viernes se enfrenta a Kasatkina, una de las tenistas más en forma del circuito, pero el trabajo ya está hecho.

Cabe recordar que Badosa renunció a los próximos Juegos Olímpicos de París para centrarse en el circuito y situarse cuanto antes en las posiciones de privilegio. "Estar fuera del 100 es otro circuito porque ya no entras en los Grand Slam, no juegas en las pistas grandes y yo quiero jugar estos partidos. Cuando has saboreado lo de arriba volver atrás es difícil de gestionar".

Hace apenas dos años, llegó a estar la número dos. Alcanzaba así el culmen de su carrera deportiva, que prometía grandes cosas de un tiempo a esa parte. Primer título señalado en el circuito femenino en Belgrado, cuartos de final de Roland Garros 2021 y de los Juegos Olímpicos de Tokio, victoria en Indian Wells 2021 y Sídney 2022… Sin embargo, todo se torció a partir de ese punto álgido, sin que la tenista española haya sabido descifrar aún, a día de hoy, el motivo. 

Lo único que está claro es que, las lesiones y los problemas físicos, que ya se alargan casi dos años, han superado a la jugadora catalana que comienza a ver la luz en medio de la oscuridad en la que se perdió contra Jéssica Bouzas en primera ronda del Mutua Madrid Open. "A veces te tienes que pegar la mayor hostia para salir adelante. Madrid fue un punto de inflexión. Ahora sí que me veo preparada", asegura.

Tanto es así que a Wimbledon ha viajado con su equipo al completo, tanto fisioterapeutas como médico propio, mientras que hace un mes aterrizó en Roland Garros con la única compañía de su entrenador. "Estoy empezando a ser otra jugadora. Vengo muy preparada con mi equipo que me controla todo muy bien. Me puede perjudicar no tener descanso, pero estoy muy bien físicamente". 

Su duelo ante Fruhvirtova encendió su fuego interno, no consigo misma, sino con las pérdidas de tiempo de la joven tenista checa. "Ella ha utilizado todo lo que tiene que utilizar. Bien jugado por ella, va al baño, ha tardado un poco más de la cuenta, luego pues pidiendo fisio. Ya lo hizo el otro día, hay jugadoras que juegan con eso y yo en mi caso nunca he jugado con esas cosas y siempre me he centrado mucho en que si gano o pierda que sea por el tenis".

"A veces yo necesito también tener ese carácter. Soy pasional y cuando mi juego no está dónde me gustaría o mi nivel de tenis no está dónde me gusta, entonces tengo que sacar un punto más de rabia para combatir esos nervios. Me ayuda a jugar con rabia. Con ella no me he enfadado, pero son simplemente cosas que me ayudan a mí a jugar mejor", añade. Badosa comienza a reencontrarse con aquella tenista cuya carrera prometía contacto permanente con los títulos. Este viernes ante Kasatkina tendrá el reto de mayor anchura.