Sus siete títulos de Wimbledon -solo superados por los nueve de Martina Navrátilová y los ocho de Roger Federer y Helen Wills- no influyen para bien en su relación con el público inglés. El serbio Novak Djokovic, que este lunes obtuvo el billete para los cuartos de final, se enfrentó a la grada una vez más.

Djokovic interpretó los gritos de "Rune" -el tenista danés, su rival en octavos- como abucheos hacia él y respondió en pista tapándose las orejas. La cosa no quedó ahí, puesto que quiso lanzar un mensaje al micrófono a pie de pista nada más ganar su partido.

"Para todos los que me han respetado, buenas noches. Para los que no, buuuuuenas noches. Sé que apoyaban a Rune, pero sé también que solo era una excusa para abuchearme", dijo el serbio en la entrevista a pie de pista.

"Llevo en el circuito durante más de veinte años y me sé todos los trucos. No pasa nada, me concentro en la gente que me respeta y que ha pagado la entrada para verme. He jugado en ambientes muchos más hostiles. No pueden hacer nada", recriminó el serbio.

Ya en rueda de prensa tras el partido con Holger Rune, Djokovic aclaró lo ocurrido. El tenista serbio, ganador de 24 Grand Slam, seguró que cuando alguien cruza la línea, responde.

"No sé lo que Wimbledon puede hacer sobre esto. La gente ha pagado las entradas. Tienen su derecho a estar ahí y a apoyar lo que quieran. El juez de silla puede tomar parte en determinados momentos y tranquilizarlos, pero no hay mucho más que se pueda hacer. No vas a echar a una parte de la grada. Es lo que hay, es parte del deporte. Es una de las razones por las que estamos aquí y por las que se nos reconoce en todo el mundo, es por los aficionados, por el interés que ponen en ver los partidos, en pagar las entradas y en hacer cola por nosotros. Respeto eso".

"Es completamente aceptable que apoyen a quien quieran, pero si cruzan la línea, respondo", agregó Djokovic, quien se plantó en los cuartos de final.

El propio Rune explicó en su rueda de prensa la situación y dijo que todo empezó en el US Open, la primera vez que ambos jugaron, cuando el danés tenía 18 años.

"El público gritaba mi nombre y sonaba como 'boo'. Después jugamos varias veces, pero en Italia y Francia, donde pronuncian mi nombre de forma distinta y ahora estamos en Inglaterra. Quizás si no lo sabías puede sonar como 'boo', pero si te sabes la historia sabes que es mi nombre".

Pese a este lío, Rune no se excusó en la derrota. "Obviamente ha jugado muchos partidos desde aquello, si no se acuerda es normal. No creo que jugara un papel importante en el partido. Simplemente fue mejor que yo, sin importar el público. La gente nos apoyó a ambos. A él en los grandes puntos y a mí también".