Alcaraz y Djokovic. Djokovic y Alcaraz. De nuevo ambos tenistas en la final de Wimbledon, como en 2023. Como si nada hubiera cambiado a lo largo de los últimos 365 días en el All England Club de Londres. El murciano sigue incontestable, mientras que el serbio no acusa su operación de menisco de hace poco más de un mes. Ambos reeditan el choque de generaciones en una final a la que llegan tras ser abucheados por la grada de la Centre Court.

"Ruuuuuuune, Ruuuuuuune". Con el apellido del tenista danés empezó todo. Mediado el segundo set de su partido de octavos de final contra Djokovic, la grada de Wimbledon se volcó con Holger ante el guion del encuentro. El serbio dominaba y los aficionados, que querían disfrutar más tiempo de tenis, comenzaron a animar al tenista nórdico para levantar su ánimo que él hiciera lo propio con el partido. 

Los vítores se basaban en el apellido del danés, pero estiraban la 'u' para aprovechar y abuchear al serbio. Todo era más notorio tras un punto ganador de Novak. No obstante, el balcánico no es uno de los jugadores que se arrugan, acostumbrado a lidiar con este tipo de situaciones, respondió micrófono en mano tras haber precintado la victoria. 

"Para los aficionados que han sido respetuosos conmigo, buenas noches, y para los que no lo han sido, buuuuuuenas noches. Sé que estaban apoyando a Rune, pero eso era una excusa para abuchearme. He estado en el circuito más de 20 años y me centro en la gente que me respeta y que paga la entrada para verme. He jugado en ambientes peores que este y no me afecta", aseguró sobre la Centre Court

Ya en rueda de prensa, más calmado, se resignó ante el poco margen de maniobra que tiene la organización del torneo en este tipo de situaciones. "No pueden hacer nada. No van a echar a parte de la grada o al estadio entero porque me están faltando el respeto", zanjó.

Djokovic está acostumbrado a lidiar con ambientes hostiles, aunque sorprende que le ocurra en Wimbledon, el Grand Slam con el que soñaba desde pequeño y en el que ha mantenido muy buena relación con la grada. Eso sí, tras su victoria contra Musetti en semifinales, se reencontró con las buenas sensaciones con los aficionados. 

Los mismos que horas antes habían abucheado a Alcaraz después de su victoria Medvedev. En el caso del murciano la situación es menos sentida y más divertida que la del serbio. Casualidad o destino, la final de Wimbledon coincide en día con la final de la Eurocopa entre España e Inglaterra y Carlos, como seguidor reconocido del fútbol nacional, opinó al respecto. 

"El domingo va a ser un gran día para los españoles", afirmó. Tuvo que hacer una pausa antes de continuar, los silbidos tomaron el escenario. En cuanto pudo retomó la palabra y le quitó hierro al asunto. "No he dicho que vaya a ganar España, sólo he dicho que va a ser un día divertido", aseguró entre risas, dulcificando la visceral respuesta del público que aceptó el divertido comentario.

Djokovic y Alcaraz, ambos abucheados por la grada que este domingo les verá competir por el tercer Grand Slam de la temporada. De nuevo el serbio y el español cierran Wimbledon, como si no hubiera pasado nada en el planeta tenis a lo largo de los últimos 365 días.