Alcaraz y Djokovic. Djokovic y Alcaraz. De nuevo ambos tenistas se citan en la final de Wimbledon, igual que en 2023. Como si nada hubiera cambiado a lo largo de los últimos 365 días en el All England Club de Londres. El murciano sigue incontestable, mientras que el serbio no acusa su operación de menisco de hace poco más de un mes.
Nueva entrega de la serie entre Alcaraz y Djokovic, el duelo de generaciones por antonomasia. El balcánico es imperecedero. Hace 38 días se estaba recuperando en la camilla de un hospital de una operación de menisco que ponía en jaque su presencia en los Juegos Olímpicos, y todavía más por cercanía del calendario, su cu comparecencia en Wimbledon.
No obstante, Novak Djokovic es imperecedero. Hace apenas un mes se recuperaba de su operación de menisco en la camilla de un hospital. Peligraba su presencia en los Juegos Olímpicos y, todavía más, su comparecencia en Wimbledon. No obstante, una espléndida recuperación y 30 días después, ha alcanzado su décima final sobre la hierba de Londres tras superar (6-4,7-6 y 6-4) a un vigoroso Lorenzo Musetti.
Avisó de que si venía a Wimbledon era para ganar el torneo y está a un partido de cumplir su palabra. Por sexta edición consecutiva había alcanzado las semifinales de Wimbledon, pero, si echamos la vista atrás, observamos que de las últimas 14 ha estado presente en doce y siete de ellas desembocaron en corona.
Está a una de igualar a Federer como rey de la hierba y de desempatar con Margaret Court como tenista con más Grand Slams de siempre. Un "superhumano" que dice Alcaraz. "El año pasado Carlos me ganó, espero que ahora termine de otra manera. Se merece ser el mejor con 21 años y va a ganar muchos Grand Slams en el futuro, pero espero que este domingo no", asegura el serbio.
El murciano arriba en la final de Wimbledon tras haber encontrado su mejor versión de la temporada. Al menos la más sólida. Atrás quedan las lesiones y desconexiones en los partidos. El Alcaraz de ahora ha mejorado su servicio, la derecha viene de echar fuego en semifinales con 55 golpes ganadores y no se quiebra con tanta facilidad. "El nivel mental que está mostrando es escandaloso", asegura Ferrero, su entrenador.
Ante Djokovic deberá mostrar de nuevo esa faceta. La final del año pasado se fue hasta los cinco sets y superó las cinco horas, un escenario de fácil repetición que demanda concentración y determinación. "La experiencia que ha ido adquiriendo le permitirá afrontar el partido con más tranquilidad. Va dándose cuenta de que la fortaleza mental es lo que muchas veces le saca de problemas. Cada vez maneja mejor sus emociones", detalla Ferrero.
Ambos tenistas están a un paso de hacer historia. El serbio para erigirse como tenista con más Grand Slams de la historia y el murciano para dar continuidad a sus registros de récord a los 21 años. En su currículum ya figuran un US Open, Wimbledon, Roland Garros; dos Conde de Godó, dos Indian Wells, dos Masters 1000 de Madrid, Queen's, Miami, Río de Janeiro, Buenos Aires y Umag.
Mientras que del Big Three, tan solo Nadal le mantenía el ritmo a su edad con tres Grand Slams ganado. Federer todavía no había estrenado su casillero en los Majors y en la estantería de Djokovic únicamente descansaba un Open de Australia. Este domingo en Londres Carlos y Novak, extremos generacionales, tienen una cita con sus particulares historias.