La espera tendrá que dilatarse un poco más aún. Rafa Nadal cayó en la final del ATP de Bastad ante Nuno Borges en dos sets (3-6, 2-6) y se quedó a las puertas de poder conquistar un nuevo título dos años después. [Así vivimos la derrota de Rafa Nadal en la final del ATP de Bastad]
Por mucho que Rafa Nadal tenga innumerables tiros pegados en finales más importantes que la de Bastad, en el partido definitivo de un torneo ATP siempre se juega a otro ritmo, siempre se exige un poco más, y eso con el paso del tiempo se puede ir perdiendo.
Lo acusó el balear en el arranque del choque, un tanto dubitativo con su servicio. Aunque arrancó con fuerza y exprimió a Borges en el primer juego al resto con una bola de break, quien sí que consiguió romper a las primeras de cambio fue el tenista portugués. Una doble falta de Rafa empezó a confirmar las malas sensaciones con su saque en el primer set, y es que tan sólo pudo retenerlo en una única ocasión.
Nadal no fue, sin embargo, el único inconsistente con su saque en este primer set. Desde que Borges rompió por primera vez, el partido entró en una vorágine imparable de breaks que desembocó en una racha de cinco roturas de servicio consecutivas entre ambos contendientes.
Parecía que nadie era capaz de sostener su servicio hasta que Borges, con el 2-4 a favor, pudo resistir al saque para poner un 2-5 que ya fue demasiado para Rafa. El balear aún aguntó en el set al sumar su primer servicio, pero el portugués no dio opción y cerró la primera manga sin sobresaltos.
Fue un primer set de chispazos, de destellos con algún gran golpe, pero sin continuidad apenas en el juego. La sensación que quedó fue que Borges se puso en ventaja sin haber hecho gran cosa y sin haber tenido que exprimir a Nadal al máximo.
Nadal, impotente
No era la primera vez que Rafa Nadal se veía ante la necesidad de remontar un resultado adverso en este ATP de Bastad. Ya lo había hecho en los cuartos de final ante Navone y en las semifinales contra Ajdukovic, así que el escenario contra Borges era similar.
Rafa arrancó la segunda manga siendo consistente con su servicio, algo que no había logrado en el primer set. Sin embargo, Borges siempre estuvo al acecho, sacando adelante también su saque y esperando el momento preciso para asestar la puñalada al partido.
El luso aprovechó un fallo en la dejada de Rafa Nadal para poner el 2-3 a mediados de la segunda manga. Seguía dando la sensación de que el portugués no estaba haciendo nada sobrenatural, pero es que Rafa adolecía de un juego demasiado plano en el que apenas era capaz de cambiar el ritmo.
No hubo demasiados sobresaltos y el partido se encaminó irremediablemente hacia la victoria del portugués. Nadal aún volvió a ceder una vez más su servicio y Borges no perdonó. La próxima parada de Rafa serán los Juegos Olímpicos con la confianza que da el hecho de haber vuelto a jugar una final tanto tiempo después.