Jannik Sinner posaba con el trofeo que le acreditaba como campeón del torneo de Cincinnati, mientras el confeti y la serpentina volaban sobre él. Debería estar feliz. Sin embargo, su rostro refleja lo contrario. Se muestra mustio con el trofeo en sus manos. Su sonrisa, desdeñosa, no enseña ni un incisivo y enmascara una gran inquietud.
No pasaron ni 24 horas de aquella imagen, cuando se convirtió en realidad lo que el tenista italiano barruntaba en la cabeza. La ITIA (Agencia Internacional de Integridad del Tenis) comunicaba un doble positivo de Sinner en Clostebol, un esteroide anabólico que puede utilizarse para mejorar el rendimiento y que se encuentra en la lista de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje.
El doble positivo -de una milmillonésima parte por cada gramo- se produjo durante la disputa del Masters 1.000 de Indian Wells. Tras ello, Sinner siguió compitiendo con normalidad y arribó en el Masters 1.000 de Miami en el que se proclamó vencedor. Siguió compitiendo con normalidad durante los más de cinco meses que tardó en conocerse la sentencia final.
Lo que ha provocado -después de hacerse público el veredicto- un aluvión de críticas provenientes de diferentes tenistas del circuito. Nick Kyrgios, finalista de Wimbledon 2023, explotó a través de sus redes sociales. "Es ridículo, ya sea accidental o planeado. Te hacen dos pruebas con una sustancia prohibida (esteroides)... Deberías estar fuera durante dos años. Tu rendimiento mejoró. Crema para masajes... Sí, genial", explicó sin tapujos el australiano.
Menos contundente que el australiano se mostró Denis Shapovalov, también a través de sus redes sociales. "No puedo imaginar lo que sienten ahora todos los demás jugadores que fueron sancionados por sustancias contaminadas. Diferentes reglas para diferentes jugadores", agregó el canadiense en clara referencia al trato diferencial por el estatus de Sinner.
Misma situación, distinto desenlace
Shapovalov estuvo acertado en su comentario porque, sin hacerlo a propósito, dio en el clavo con la situación de Kamil Majchrzak, tenista polaco que afrontó una situación similar a la de Sinner, aunque con diferente desenlace. Dio positivo en un control antidopaje con cantidad mínimas, por un descuido con una bebida isotónica cuyo etiquetado no informada de la presencia de sustancias prohibidas.
Los médicos informaron de que la contaminación era tan pequeña que no influyó en su rendimiento deportivo, como Sinner. No obstante, Kamil sí fue suspendido y sancionado durante cuatro años sin jugar. Recurrió la decisión y su recurso fue aceptado, es decir, demostró que no hubo intención, pero la pena no eliminada. Únicamente reducida de cuatro a un año.
Misma situación que Sinner, pero diferente trato. Kamil fue suspendiendo de inmediato, el italiano no, y estuvo un año sin poder competir, Jannik ni siquiera un mes. "No voy a entrar en detalles por mi salud mental, pero el hecho de no haber podido defenderme en un tribunal durante toda la duración de mi caso, mientras otros pueden jugar con normalidad y cumplir sus sueños en la misma situación que viví, no me deja en paz", explica el polaco tras conocer el 'caso Sinner'.
"Estoy devastado y abrumado. Como ya he dicho, tal vez me equivoque. Además, a quién le importa lo que piense un jugador de menor rango", añadió. El polaco, número 82 del mundo cuando fue sancionado, perdió todos sus puntos al estar un año entero sin competir. "Estoy contento por estar de vuelta", asegura el polaco. Misma situación, diferente desenlace.