Carlos Alcaraz, actual número 2 del mundo y campeón de los últimos torneos de Roland Garros y Wimbledon, comenzó su participación en el torneo de Pekín enfrentándose al francés Giovanni Mpetshi Perricard, un duelo que, aunque terminó con la victoria del español, no estuvo exento de polémica debido a un incidente con la juez de silla.

El partido transcurría de manera relativamente tranquila hasta que, en el primer set, Alcaraz fue advertido por la juez de silla, Raluca Alexandra Andrei, por exceder el tiempo permitido para realizar su saque.

Este primer 'warning' ocurrió en un momento en que el español se encontraba sacando para mantenerse en el set. Aunque se le escuchó comentar su incomodidad diciendo "No da tiempo a nada", logró continuar sin mayores inconvenientes.

Sin embargo, el momento más álgido llegó poco después, cuando Alcaraz servía para cerrar el primer set con un marcador de 5-4. Tras salvar tres puntos de quiebre, el tenista murciano fue nuevamente sancionado por una infracción del tiempo de saque, lo que generó una airada reacción.

Visiblemente molesto, Alcaraz se dirigió a la juez de silla para protestar: "No puedo jugar al tenis así... Esto no es tenis. ¿Esto qué es?". Estas palabras, pronunciadas con frustración, reflejaban el enojo del jugador, que no entendía por qué había recibido un segundo warning en tan poco tiempo, especialmente cuando, según él, ya estaba preparado para sacar al comenzar el conteo del reloj.

La queja y la reacción del público

Durante el intercambio de palabras con la juez, Alcaraz también hizo notar que, a lo largo de su carrera, nunca había recibido una advertencia por demora en el saque: "Nunca me han puesto un warning en mi vida".

El público, que seguía con atención lo que sucedía en la pista, rompió en aplausos al escuchar las quejas del joven tenista español, mostrando su apoyo ante lo que consideraban una sanción excesiva.

Pese a esta interrupción y al evidente enfado, Alcaraz no permitió que el incidente afectara su rendimiento y consiguió llevarse el primer set por 6-4. Finalmente, también cerraría el segundo set con idéntico marcador, sellando su pase a la siguiente ronda del torneo.

Carlos Alcaraz celebra un punto ante Perricard. ATP

El "shot clock"

El conflicto entre Alcaraz y la juez de silla no es un caso aislado, sino que forma parte de un debate más amplio en el mundo del tenis: el uso del "shot clock", un sistema que controla el tiempo que tienen los jugadores entre puntos para realizar su saque. En los últimos años, se ha implementado una regla que otorga a los tenistas 25 segundos para sacar, contando desde el momento en que finaliza el punto anterior.

Esta normativa, que se introdujo con el objetivo de hacer los partidos más ágiles, ha generado controversia, ya que muchos jugadores consideran que no se les da el tiempo suficiente para recuperarse después de puntos largos o momentos de alta exigencia física.

Alcaraz, conocido por su rapidez entre puntos, se ha mostrado crítico con la aplicación estricta de esta regla, especialmente cuando no considera que esté demorando deliberadamente el juego. El incidente en el Open de China no es la primera vez que el murciano expresa su descontento con el 'shot clock'.

Carlos Alcaraz se dirige a la jueza de silla del Open de China

Durante el torneo de Queen's, disputado en Londres, Alcaraz ya había manifestado su frustración por sentirse apresurado por el reloj, mencionando que, en ciertas ocasiones, ni siquiera tenía tiempo para pedir las pelotas necesarias antes de sacar. "Termino el punto en la red y no tengo tiempo para pedir las pelotas. Es una locura", declaró en aquel momento.

El incidente en Pekín ha reavivado el debate sobre la necesidad de revisar las normas del 'shot clock'. Alcaraz, una de las principales figuras del circuito, ha dejado claro que no está de acuerdo con la manera en que se están manejando estas situaciones, y ha insinuado que presionará a la ATP para que reevalúe la regla.

Su voz, junto con la de otros jugadores que han expresado quejas similares, podría ser clave para que la organización haga ajustes en la normativa.