Suma y sigue Jannik Sinner en este 2024. Da igual el rival, el lugar o la superficie que la balanza acostumbra a caer a su favor. Esta vez fue Novak Djokovic su víctima (6-2, 6-7, 6-4), quien vendió muy cara su piel pero que no pudo derrocar al espigado tenista italiano que pone rumbo a una nueva final, la del Six Kings Slam.
El primer set fue una obra de arte. Minimizó al máximo a su rival con un festín de golpes ganadores ante los que nada podía hacer el serbio. Sufrió y perdió por detalles en el tie break la segunda manga, pero se mantuvo frío en el momento más delicado y acabó sacando adelante una patata caliente.
Sinner tiene una ambición desmedida y este torneo es una clara muestra de ello. Viene firmando un año impecable, pero siempre quiere más. Y la balanza acostumbra a decantarse a su favor. Vendió cara su piel Djokovic, pero se acabó imponiendo el talento del transalpino.
Le queda un paso para los 6 millones de euros, premio que otorga el campeonato saudí al ganador, y lo tendrá que hacer frente a un tenista español. Será Nadal o Alcaraz, su bestia negra en 2024, pero llega con la confianza necesaria para espantar cualquier tipo de fantasma.
Sin piedad
Lejos de bajar el pistón tras ofrecer una exhibición mayúscula contra Medvedev, Sinner siguió mejorando sus prestaciones y borró por completo del mapa a Djokovic en un primer set que no llegó a la media hora. Un recital de tenis desde el fondo de la pista y maniatando a un 'Nole' incapaz de frenar el vendaval italiano.
Sinner rompió el saque del serbio a las primeras de cambio y puso la directa hacia la final del Six Kings Slam. Djokovic entró algo más dormido al choque y lo acabó pagando caro en la primera manga. A Sinner, si le das la mano te coge el brazo y eso es lo que hizo a pesar de la mejora progresiva de su contrincante. No cedió el terreno ganado y precintó la primera manga con mucha autoridad.
Infinidad de golpes paralelos, alguna dejada y un muy bien primer saque, todo ello añadido a varios errores no forzados de 'Nole', fueron suficientes para que Sinner comenzara a decantar la balanza en su favor.
Debía mejorar Djokovic si quería sacar algo positivo de esta aventura en Arabia Saudí. Necesitaba un cambio de planes y buscar una salida a la ratonera en la que le había encerrado Jannik.
Detalles
Djokovic es mucho Djokovic. Resistió y resurgió de sus cenizas para igualar un partido que se le había puesto prácticamente en chino. Encontró las debilidades del espigado jugador italiano e inició la segunda manga con una rotura que parecía darle mucho aire.
Sinner no tardó en responder para igualar la contienda y el choque entró en una fase en la que ninguno cedió en su saque alargando así el set hasta al tie break. Ahí no hubo color y el serbio dio un golpetazo sobre la mesa con un 7-0 que provocó el aplauso de los aficionados. La fiesta se alargaría durante un rato más.
Y el último set fue una oda al tenis. Una constante de roturas por parte de ambos jugadores que se agarraban al partido como podían. Cada uno perdonó muchas bolas de break, pero acabó siendo Sinner quien dio el golpe definitivo. Rompió a Djokovic para poner el 5-4 en el marcador y en el último juego no dio opción a la sorpresa.