Nick Kyrgios, el polémico y talentoso tenista australiano, está en la recta final de la recuperación más difícil de su carrera, con miras a volver al circuito profesional en 2025. Luego de dos años alejados de las pistas por lesiones en la rodilla y, especialmente, en la muñeca, el ex número 13 del mundo ha logrado superar desafíos físicos y emocionales que casi lo alejan del deporte de forma definitiva.
Su regreso está previsto en el Abierto de Australia, un escenario que le resulta particularmente especial al ser su tierra natal. Durante una reciente entrevista con el medio australiano 9News, Kyrgios reveló los detalles de su recuperación, que incluyó una cirugía para reconstruir su muñeca. Esta intervención fue esencial para volver a competir, aunque las probabilidades de éxito eran mínimas.
"Había un 15% de posibilidades milagrosas de que volviera a jugar a este nivel, y aquí estamos", celebró el tenista. Este 'renacimiento' deportivo tiene un sabor único para él, que ahora siente que cualquier logro en la cancha será "un bonus". "A mis ojos ya he ganado", aseguró el australiano, valorando profundamente la oportunidad de regresar a un nivel que creía casi imposible de alcanzar.
Kyrgios relató que sus problemas en la muñeca comenzaron a manifestarse durante su increíble temporada de 2022, un año en el que llegó a la final de Wimbledon y a cuatos del US Open. Sin embargo, estas competiciones fueron el inicio de un verdadero calvario. Tras la cirugía, el proceso de recuperación fue todo menos sencillo.
"No noté ninguna mejoría en la muñeca. Empecé a golpear pelotas blandas con las que aprendían los menores de 10 años. Tuve que volver a enseñar a mi muñeca derecha", explicó, evidenciando el esfuerzo físico y mental que ha debido poner en esta recuperación.
A pesar de los rumores sobre una posible retirada definitiva, Kyrgios aclaró que su objetivo nunca fue dejar el tenis por imposición de una lesión. "Mentalmente no me iba a permitir rendirme. Siempre quise dejar el tenis por decisión propia, no iba a permitir que esta lesión dictaminara si alguna vez volvería a jugar".
Con estas palabras, el australiano deja en claro que aún tiene hambre de victoria, y aunque muchos lo han considerado uno de los tenistas con mayor talento pero menos consistencia, el desafío de ganar un Grand Slam sigue siendo una aspiración pendiente para él.
Un aspecto crucial en su regreso será la falta de ritmo competitivo, ya que en los últimos dos años Kyrgios apenas ha disputado un partido ATP. Sin embargo, el australiano está decidido a superar este reto y regresar al máximo nivel, confiando en que sus habilidades y el apoyo del público local en el Open de Australia serán un impulso para su renacer tenístico. "Volver a jugar delante de mi afición va a ser fantástico", afirmó con entusiasmo.
Este retorno también llega en un momento en el que el tenista ha ganado una perspectiva diferente sobre su carrera y sus logros. Después de años de altibajos, en los que su carácter desafiante a menudo le costó críticas y sanciones, Kyrgios se muestra ahora más centrado en disfrutar de cada momento en la cancha. "Si digo la verdad, probablemente esta sea la mejor sensación que he experimentado en dos años", comentó. El futuro de Kyrgios es incierto, pero si algo ha dejado claro es que ya ha superado uno de los retos más grandes de su vida.