El partido de Sinner ante Ruud fue simplemente perfecto. Demostró que está a un nivel por encima del resto. Otra vez. Y Ruud fue una simple víctima que nada pudo hacer para evitar que el italiano ganase ante su gente, mantuviera el pleno para jugar su segunda final de la Copa de Maestros, la misma que en la que el año pasado perdió ante el serbio Djokovic, tras solo una hora y 9 minutos de breve contienda.
Le destripó en un primer set dantesco. Rompió en el primer saque del noruego. Y en apenas 11 minutos mandaba 3-0 en el marcador. Cerró el set en apenas media hora. Mucho espectáculo, pero breve para los asistentes por el desnivel, provocado por el virtuosismo del italiano.
En el segundo set, que empezó tras un visto y no visto, le volvió a pasar algo parecido. Ruud se puso 30-0 en le saque de Sinner. Pero no hubo problema. Saque directo, derecha cruzada y desventaja neutralizada. De nuevo el empate en el marcador. De nuevo Ruud con la mirada perdida, sin saber muy bien qué era lo que podía hacer.
Fritz, al que a batió en la final del Abierto de Estados Unidos, es su último escollo para ser oficialmente 'Maestro'. Título que, este año, parece inevitable.