Esta es una de las semanas más emotivas para el tenis —y el deporte general— en décadas. Rafa Nadal pone punto final a su legendaria trayectoria en las pistas, con un glorioso palmarés que todavía confía en mejorar con una última —la sexta para él— Copa Davis. Málaga verá desde este martes los últimos momentos del balear con la raqueta como profesional.
Nadie se lo ha querido perder. Ha habido rumores, incluso, de que podría aparecer por allí Roger Federer, gran rival y aún más amigo de Nadal durante muchos años. La apretada agenda del suizo podría impedirlo, pero Roger, fiel a la caballerosidad que le acompañó a lo largo de su carrera, no ha querido dejar de homenajear a Rafa antes de que las emociones se desborden.
Federer amaneció este martes dedicando una extensa carta a su amigo. Utilizó las redes sociales para compartirla, y en ella no se dejó nada. Desde recordar su primer duelo hasta aquella imagen histórica que dejaron en la Laver Cup de 2022, en el adiós de Roger, pasando por otras memorias y algunas confesiones. Se trata de un texto que emocionará a todos los aficionados del tenis y de la carrera de un Rafa Nadal que se acerca a su final como profesional.
De Roger para Rafa
¡Vamos, Rafa!
Mientras te preparas para graduarte en el tenis, tengo algunas cosas que compartir antes de emocionarme.
Empecemos por lo obvio: me ganaste —mucho—. Más de lo que yo pude ganarte a ti. Me desafiaste de maneras que nadie más podría. En arcilla, sentí que estaba entrando en tu patio, y me hiciste trabajar más duro de lo que jamás pensé que podría hacerlo solo para mantenerme firme. Me hiciste reimaginar mi juego, llegando incluso al punto de cambiar el tamaño de la cabeza de mi raqueta, esperando obtener alguna ventaja.
No soy una persona muy supersticiosa, pero tú lo llevaste al siguiente nivel. Todo tu proceso. Todos esos rituales. Juntar tus botellas de agua como si fueran soldados de juguete en formación, arreglarte el cabello, ajustar tu ropa interior... Todo eso con la máxima intensidad. En secreto, me encantaba todo ello. Porque era tan único, tan tú.
Y sabes qué, Rafa, me has hecho disfrutar aún más del tenis.
Vale, quizá no al principio. Después del Abierto de Australia de 2004, llegué al número uno del ranking por primera vez. Pensé que estaba en la cima del mundo. Y lo estaba, hasta dos meses después, cuando entraste a la cancha en Miami con tu camiseta roja sin mangas, mostrando esos bíceps, y me venciste de manera convincente. Todo ese rumor que había estado escuchando sobre ti, sobre este increíble jugador joven de Mallorca, un talento generacional, que probablemente ganaría un major algún día, no era solo publicidad.
Ambos estábamos al principio de nuestro viaje y lo acabamos juntos. Veinte años después, Rafa, tengo que decirte: ¡Qué carrera tan increíble has tenido! Incluyendo 14 Roland Garros, ¡histórico! Has hecho sentir orgullosa a España... has hecho sentir orgulloso a todo el mundo del tenis.
Sigo pensando en los recuerdos que hemos compartido. Promocionando el deporte juntos. Jugando ese partido mitad césped, mitad tierra batida. Rompiendo el récord de asistencia de todos los tiempos al jugar frente a más de 50.000 aficionados en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Siempre haciéndonos reír a carcajadas. Agotándonos mutuamente en la cancha y luego, a veces, casi literalmente teniendo que sostenernos el uno al otro durante las ceremonias de entrega de trofeos.
Todavía te agradezco que me hayas invitado a Mallorca para ayudar a lanzar la Rafa Nadal Academy en 2016. En realidad, me invité yo mismo. Sabía que eras demasiado educado como para insistir en que estuviera allí, pero no quería perdérmelo. Siempre has sido un modelo a seguir para los niños de todo el mundo, y Mirka y yo estamos muy contentos de que nuestros hijos hayan entrenado en tus academias. Se lo pasaron genial y aprendieron muchísimo, como miles de otros jugadores jóvenes. Aunque siempre me preocupó que mis hijos volvieran a casa jugando al tenis siendo zurdos.
Y luego llegó Londres, la Laver Cup en 2022. Mi último partido. Para mí significó todo que estuvieras a mi lado, no como mi rival, sino como mi compañera de dobles. Compartir la cancha contigo esa noche y compartir esas lágrimas será por siempre uno de los momentos más especiales de mi carrera.
Rafa, sé que estás concentrado en la última parte de tu épica carrera. Hablaremos cuando haya terminado. Por ahora, solo quiero felicitar a tu familia y equipo, quienes jugaron un papel fundamental en tu éxito. Y quiero que sepas que tu viejo amigo de siempre te está animando y seguirá animándote con la misma fuerza en todo lo que hagas a continuación.
Te deseo lo mejor siempre. Tu fan,
Roger.