Rafa Nadal, uno de los tenistas más grandes de la historia, se prepara para poner punto final a su carrera en Málaga, durante la fase final de la Copa Davis. Esta competición, la primera gran cita que ganó hace 20 años, ha marcado algunos de los momentos más especiales de su trayectoria. Rafa busca "cerrar el círculo", como declaró recientemente el balear, refiriéndose al que será su último torneo profesional.
El vínculo de Nadal con la Copa Davis comenzó de manera curiosa y simbólica. En 2000, España conquistaba su primera Ensaladera en el Palau Sant Jordi de Barcelona, con un histórico passing de Juan Carlos Ferrero que vencía a Lleyton Hewitt y marcaba un hito para el tenis español. En aquella ocasión, un tímido Rafa Nadal de tan solo 14 años, abanderado del equipo español, presenciaba todo con ojos asombrados.
Pedro Hernández, entonces responsable de comunicación de la Federación Española de Tenis, fue quien propuso llevar al joven Nadal como abanderado debido a sus logros en categorías inferiores. Sin embargo, para la mayoría del equipo, el manacorí era un completo desconocido. "Rafa era extremadamente tímido, súper introvertido y apenas nos habló", recordaba tiempo atrás Álex Corretja, miembro del equipo. Albert Costa, quien posiblemente era el único que le conocía, puesto que ya lo había visto destacar en un torneo juvenil, intuía que aquel chico tenía un futuro brillante. Y no se equivocaba.
El inicio de una relación épica
Cuatro años después, en 2004, Nadal no solo estaba en el equipo, sino que comenzaba a forjar su leyenda en la competición. En su debut en la eliminatoria contra la República Checa, perdió su primer partido ante Jiri Novak en Brno, pero apenas dos días después tuvo la oportunidad de redimirse. Con España abajo 1-2 en la eliminatoria, el joven Nadal fue clave para la remontada: primero, animó a Feliciano López con una curiosa charla antes de su partido, y luego venció a Radek Stepanek en un épico duelo que selló la victoria del equipo español.
"Era increíble que ese chaval de 17 años, que había perdido sus dos primeros partidos, tuviera la confianza de decirme: 'Tú gana, que ya de lo demás me encargo yo'", recordaba Feliciano años después. Ese fue el comienzo de una racha impresionante: Nadal ganaría 29 de los 30 partidos individuales que disputó en la Copa Davis, todos de manera consecutiva desde aquella primera derrota. En dobles, de los ocho que disputó, ganaría cuatro,
Un palmarés inigualable
El 2004 fue también el año de su primera Ensaladera. En el estadio de La Cartuja en Sevilla, Nadal derrotó al entonces número uno del mundo, Andy Roddick, consolidándose como una de las grandes promesas del tenis mundial. Fue el primero de los cinco títulos que ha conquistado con España en la Copa Davis, a los que se sumaron las victorias en 2008, 2009, 2011 y 2019.
En 2008, aunque no pudo participar en la final debido a una lesión, España triunfó en Mar del Plata frente a Argentina, en una eliminatoria cargada de tensión por los problemas internos del equipo argentino. En 2009, España volvió a brillar, venciendo 5-0 a la República Checa. Dos años después, en 2011, el equipo español repitió el éxito frente a Argentina en La Cartuja, con Nadal como protagonista en sendas victorias ante Juan Mónaco y Juan Martín del Potro en un épico partido a cinco sets.
Para Nadal, aquella final de 2011 tuvo un significado especial. Después de superar a uno de sus mejores amigos, Juan Mónaco, expresó: "Hace una semana me decían que estaba acabado y ahora que no soy humano. Fui al vestuario y [Mónaco] me dijo que la 'rompí'". Por su parte, el argentuno reconoció: "Jugué contra el mejor de la historia. Rafa pelea cada punto como si fuera el último, y eso desgasta mucho".
El broche de oro en 2019
El último gran éxito de Nadal en la Copa Davis llegó en 2019, en la Caja Mágica de Madrid bajo un nuevo formato. Fue una edición que quedará en la memoria de los aficionados al tenis no solo por la victoria, sino por las circunstancias que rodearon a la misma. Nadal se multiplicó, ganando los ocho partidos que disputó, tanto en individuales como en dobles junto a Marcel Granollers. Sin embargo, el momento más emotivo fue el sacrificio de Roberto Bautista, quien regresó al equipo días después del fallecimiento de su padre para vencer a Félix Auger-Aliassime en la final frente a Canadá.
Tras la victoria definitiva de Nadal sobre Denis Shapovalov, Bautista fue entrevistado y destacó el esfuerzo colectivo del equipo, con palabras especiales para Nadal: "Yéndose a dormir a las tres, cuatro, cinco de la mañana y al día siguiente estando al pie del cañón… eso solo lo hacemos los españoles". Mientras tanto, Nadal no pudo contener las lágrimas en el banquillo, visiblemente afectado por el gesto de su compañero. "Roberto ha sido el héroe de esta Davis. Lo que ha hecho ha sido casi inhumano. Para mí, es un ejemplo para toda mi vida", declaró emocionado.
La última cita
Cinco años después de aquel triunfo, Nadal regresa a la Copa Davis para despedirse de la competición que tanto le ha dado. Con una España liderada ahora por Carlos Alcaraz y necesitada de buenos resultados tras no pasar de cuartos desde 2019, el manacorí encara su última participación sin nada que demostrar, pero con todo por recordar.
Aún se desconoce si Nadal jugará en modalidad individual, en dobles o simplemente será parte del equipo como un referente moral. Lo que está claro es que el Martín Carpena de Málaga será testigo de un capítulo final cargado de emociones, en el que Rafa Nadal cerrará el círculo de una carrera marcada por su dedicación, sacrificio y entrega absoluta por su país.
Con un historial casi perfecto en la competición y cinco Ensaladeras en su haber, Rafa Nadal no solo se despide como uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, sino como un símbolo del espíritu combativo y la unión que representa la Copa Davis. Un legado que perdurará mucho más allá de su retirada.