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El mundo del tenis se enfrenta a un nuevo escándalo de dopaje. Iga Swiatek, actual número dos del ranking mundial y una de las figuras más destacadas de los últimos años, ha sido sancionada tras dar positivo en un control antidopaje por trimetazidina, una sustancia prohibida.

El caso, que salió a la luz este jueves, ha generado controversia, aunque las autoridades han concluido que el incidente fue producto de una contaminación no intencionada.

La Agencia Internacional para la Integridad en el Tenis (ITIA) confirmó que Swiatek dio positivo en una muestra tomada el pasado 12 de agosto, justo antes del inicio del Abierto de Cincinnati.

La trimetazidina, un fármaco utilizado principalmente en tratamientos cardíacos, fue detectada en concentraciones mínimas. Según la ITIA, el origen del positivo fue la contaminación de un medicamento de melatonina, regulado y de venta libre en Polonia, que la jugadora estaba utilizando para combatir el jet lag y problemas de sueño.

Tras una investigación detallada que incluyó entrevistas con la jugadora y análisis en laboratorios acreditados por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), se determinó que no hubo negligencia por parte de Swiatek. "El nivel de culpa de la jugadora se consideró en el extremo inferior del rango, clasificándose como 'sin culpa o negligencia significativa'", indicó la ITIA en su comunicado oficial.

Un mes de suspensión provisional

La sanción impuesta a Swiatek fue de un mes, período que la tenista ya cumplió casi en su totalidad durante una suspensión provisional entre el 22 de septiembre y el 4 de octubre.

Durante este tiempo, Swiatek se perdió tres importantes torneos de la gira asiática en Seúl, Pekín y Wuhan. Además, la ITIA determinó que perderá los premios económicos obtenidos en el Abierto de Cincinnati, celebrado poco después de la toma de la muestra.

A pesar de que le restan ocho días para cumplir la totalidad de la sanción, la temporada de tenis ya ha concluido, por lo que la suspensión no tendrá mayores implicaciones prácticas en el calendario de la jugadora. Swiatek pudo volver a las pistas para disputar las WTA Finals, demostrando que su nivel competitivo sigue intacto.

Karen Moorhouse, CEO de la ITIA, aprovechó el caso para subrayar la importancia de la diligencia en el uso de suplementos y medicamentos: "Este caso es un recordatorio importante para los jugadores de tenis sobre la necesidad de considerar cuidadosamente lo que consumen. Minimizar el riesgo de infracciones involuntarias es vital para proteger la integridad del deporte".

Por su parte, Swiatek no emitió declaraciones públicas sobre el caso, pero aceptó la sanción de un mes impuesta por las autoridades. Aunque el incidente podría haber manchado su reputación, el respaldo de la ITIA al considerar la infracción como no intencional refuerza la confianza en la profesionalidad de la jugadora polaca.

Paralelismos con otros casos

El caso de Swiatek ha despertado comparaciones con el de Jannik Sinner, otro jugador de élite cuya situación de dopaje fue comunicada con meses de retraso, generando críticas hacia la gestión de la ITIA.

Ambos incidentes han puesto de manifiesto la necesidad de transparencia y agilidad en la comunicación de los resultados de los controles antidopaje.

Mientras tanto, el tenis sigue enfrentándose a los desafíos de mantener su credibilidad en un panorama donde los positivos por dopaje, aunque en ocasiones sean accidentales, afectan la percepción pública del deporte.

La historia de Swiatek es una llamada de atención para jugadores, entrenadores y organizaciones, recordando que incluso los medicamentos más comunes pueden representar un riesgo si no se toman las precauciones necesarias.