Novak Djokovic se queda solo: el último de una era histórica que aún tiene retos a su alcance para hacer crecer su leyenda
- El tenista serbio afronta el nuevo año después de una temporada llena de altibajos en busca de alcanzar su 100º título ATP.
- Más información: Djokovic desvela su plan para el inicio de temporada y su debut junto a Andy Murray: objetivo 25º Gran Slam en Australia
La historia del tenis sigue su curso y las nuevas generaciones comienzan a tener los papeles más protagonistas en los torneos Grand Slam. La savia nueva se ha instalado en el circuito al mismo tiempo que Carlos Alcaraz y Jannik Sinner lideran una camada con una presión máxima y un listón impuesto por el 'Big Three' que es prácticamente insuperable.
Un tridente formado por Roger Federer, Rafa Nadal y Novak Djokovic. Tres tenistas que han dominado a su antojo el deporte de la raqueta en los últimos 20 años y que escalaron hasta una cima casi imposible de alcanzar por el resto. Los dos primeros ya han dicho adiós (Nadal lo hizo hace apenas dos meses) y 'Nole' se resiste a entregar la cuchara y plantar cara a los nuevos dominadores de la ATP en busca de seguir agrandando su leyenda.
El tenista serbio caminará en solitario en este 2025. Lo hará con 37 años y con la sensación de estar ante su último gran baile. Su mentalidad de hierro y un tenis impecable le han permitido mantenerse en lo más alto, eso sí, será crucial que su físico le acompañe para no claudicar antes de tiempo.
Las lesiones le han lastrado en 2024, un año en el que ha ido de menos a más, albergando en él la esperanza de recuperar, aunque sea mediante chispazos en algunos torneos, ese nivel que le hace intratable. Lo hará de la mano de su nuevo entrenador, Andy Murray, en lo que es una clara declaración de intenciones de cambiar los hábitos de una última temporada con más sombras que luces.
Problemas físicos
Y es que 2024 ha sido el primer año en el que Novak Djokovic no ha partido como favorito en los Grand Slam. Lo inició con fuerza alcanzando la semifinal del Open de Australia, pero acabó sucumbiendo ante un Sinner que llamó definitivamente a la puerta de los grandes del tenis. Una derrota que hizo mella en un 'Nole' que empezó a arrastrar problemas físicos.
Reapareció en marzo con un discreto papel en Indian Wells y en abril se quedó a las puertas de la final del Masters 1.000 de Montecarlo. No dio el nivel tampoco en Roma y Ginebra y se presentó a Roland Garros con muchas dudas.
Le costó un mundo y más sobre la arcilla de París. Jugó lesionado, obró un milagro imponiéndose a Cerundolo, pero no pudo presentarse al duelo de cuartos de final frente a Ruud. Una lesión en el menisco que, sin embargo, no le impidieron estar tres semanas después en Wimbledon y avanzar hasta la final. Allí fue vapuleado sin escrúpulo por Carlos Alcaraz.
Djokovic, un tipo acostumbrado a ganar, vivió en sus propias carnes lo que pareció el sorpasso definitivo de la generación del 'Big Three' a la liderada por Sinner y Alcaraz. Sin embargo, 2024 todavía le tenía guardado uno de los momentos más emotivos de toda su carrera: la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Al tenista serbio siempre se le había resistido el oro olímpico. Se quedó a las puertas de la final en Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016, pero sobre la arcilla parisina consiguió cerrar el círculo a una carrera inalcanzable. Y lo hizo a lo grande. Seis victorias sin ceder un set y dejando por el camino a Ebden, Nadal, Köepfer, Tsitsipas, Musetti, y Alcaraz en la final.
El partido ante el español fue titánico. En él, Djokovic sacó a relucir sus mejores golpes y fue un muro impenetrable ante las acometidas de Alcaraz. Ganó ambos sets en el tie break y las lágrimas recorrieron su rostro una vez alcanzado el triunfo. Fue el premio a una trayectoria sobresaliente.
Tras los Juegos, Djokovic cayó en tercera ronda del US Open y cerró el año perdiendo la final del Masters 1.000 de Shanghái contra Sinner. En total, 37 victorias y 9 derrotas en un 2024 en el que no levantó ningún título ATP.
La barrera de los 100
Djokovic ha tenido tiempo para aclarar sus ideas y buscar nuevas rutas de la mano de Andy Murray que le lleven de nuevo a los títulos. Aunque limitó su calendario en el último año, el balcánico ha decidido aumentar su actividad para llegar más rodado a los grandes torneos.
Como parte de este cambio, disputará el ATP 250 de Brisbane, que inicia el 30 de diciembre. Allí enfrentará a nombres destacados como Holger Rune, Grigor Dimitrov y Matteo Berrettini. Esta decisión le permitirá acumular ritmo competitivo antes de aterrizar en Melbourne.
Djokovic, siempre ambicioso, sabe que la experiencia y el enfoque estratégico serán sus mayores aliados frente a los jóvenes talentos como Alcaraz y Sinner. "Estoy preparado física y mentalmente para competir al más alto nivel. Mi experiencia será clave en 2025", afirmó recientemente.
Novak lucha contra sí mismo. 2025 será un año para buscar su 25º Grand Slam y también para alcanzar la barrera de los 100 títulos ATP, algo que se le atragantó en 2024. Conseguirlo le permitiría entrar en una selecta lista en la que, según datos oficiales de la ATP, únicamente están Jimmy Connors (109 títulos) y Roger Federer (103).
Lo tiene a tiro de piedra, pero deberá ir paso a paso. Sinner y Alcaraz ya parten por delante de él en todas las quinielas. Djokovic tendrá que hacer uso de su veteranía para mantener un estado físico óptimo y un nivel tenístico de máximo nivel. Combinando ambas, 'Nole' dará mucha guerra en 2025.