Un mejorado Alcaraz, al asalto del 'grande' que le falta: "Australia le motiva más y quiere volver al número uno"
Tras un invierno centrado en el saque y la consistencia, como cuenta su equipo a EL ESPAÑOL, Carlos arranca con hambre su 2025.
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"La pretemporada ha ido de diez". Todo lo que rodea a Carlos Alcaraz (El Palmar, 2003) es optimismo a horas de su debut en el Abierto de Australia. También será su estreno oficial en el 2025, aunque haya jugado esta semana en Melbourne dos exhibiciones frente a De Miñaur y Popyrin. La máquina está engrasada para pelear por el único Grand Slam que le falta.
A sus 21 años, Alcaraz puede presumir de haber conquistado cuatro 'grandes' (US Open 2022, Wimbledon 2023 y 2024 y Roland Garros 2024). Solo le queda el Abierto de Australia, en el que no ha tenido demasiada suerte en los últimos años: en 2022 cayó en tercera ronda, y a cinco sets, contra Berrettini; en 2023 no jugó por lesión y el año pasado se vio sacudido de la competición en cuartos por Alexander Zverev.
Por todo esto y por completar su palmarés a tan corta edad, Alcaraz llega con mucho hambre a Australia. "Le hemos visto muy serio y motivado toda la pretemporada. No sé si porque le motiva mucho Australia o se ha hecho mayor y está más serio. Supongo que ambas cosas", cuenta Antonio Martínez Cascales, director de la JC Ferrero Equelite y 'maestro' de Alcaraz, en conversación con EL ESPAÑOL.
Alcaraz lo hecho "mejor que cualquier otra pretemporada", como insisten en su equipo. El único 'pero' —que no se podía controlar desde dentro— es que se cayeron dos de los jugadores con los que tenía previsto practicar el españo en la academia de Villena: "Iban a venir a entrenar con él tanto Draper como Cobolli, y los dos se lesionaron. Pero bueno, se solucionó con gente de la academia y algún otro que vino, como Roberto Bautista o Bernabé Zapata", cuenta Antonio.
Tres mejoras implementadas
Desde dentro se dan claves como que está "súper motivado" y lo ha hecho "fenomenal". No es de extrañar así su radiante sonrisa, aunque sea típica en él, cuando salió a hablar este sábado en la rueda de prensa del torneo. En su comparecencia habló de la gran mejora que ha implementado este verano, una nueva mecánica para el servicio "más relajada".
Sobre esto, cuenta más a este diario Martínez Cascales: "Él ya sacaba muy bien cuando se tiraba la pelota bien. Parece una tontería, pero [tirarse la pelota bien] es lo que más cuesta en el saque". Carlos acostumbraba a hacer una pequeña parada en su servicio. "Antes de subir. Empezaba el movimiento hacia abajo y hacia atrás y había un momento en el que hacía una pequeña parada", explica uno de sus mentores.
"Eso se ha quitado", explica a EL ESPAÑOL. "No es que sea muy significativo, pero buscando un movimiento más continuo —que es como lo hace la mayoría— y mejor ritmo tratamos de encontrar un mejor lanzamiento de la pelota", añade. "Yo creo que eso me va a ayudar", señalaba el propio Alcaraz este sábado.
No es lo único que se ha introducido. Se ha aumentado en cinco gramos el peso de su raqueta. El añadido se concentra en la zona del cuello ("para buscar un poco más de potencia, sin perder control"). No es tampoco demasiado: "Si esos cinco gramos se hubieran puesto en la punta de arriba, se notaría bastante. En esta zona no es una barbaridad", explica quien fuera el entrenador de Juan Carlos Ferrero.
"Para mí lo más importante era que pudiera mover la pelota igual de bien", agregaría Alcaraz en rueda de prensa.
Y, como cada invierno, se ha puesto el foco en mejorar la concentración de Alcaraz en los partidos. La clave: la consistencia. "No es tanto durante el punto. Siempre se busca eso, claro, ser capaz de pasar más bolas, pero con Carlos se trataba más de encontrar mayor consistencia entre puntos. Jugar más puntos buenos seguidos o, dicho de otra forma, no perder tres puntos seguidos para buscar más regularidad. Que esté más enfocado en general", cuenta Cascales. Y se cree que se ha conseguido.
Esta versión mejorada de Alcaraz se probará en Australia a lo grande. El cuadro que le ha tocado —aunque con un debut más asequible contra el kazajo Shevchenko— le deparará una segunda semana de absoluta locura: su potencial rival en cuartos sería Novak Djokovic, Zverev le esperaría en semis y Jannik Sinner en una hipotética final. "Es lo más duro, pero hay que jugar con estos para ganar un Grand Slam. No hay más", dice Antonio.
Lo que también está claro es que Alcaraz irá a por todas para atrapar el único major que se le resiste. Ni el hecho de tener toda su carrera por delante —no hay que olvidar qu su edad es de 21 años— frena su ambición para quitarse la 'espinita'. "Le genera el reto, sin ninguna duda. Porque él es así: quiere ganar más Grand Slam y sobre todo este, que no lo ha ganado. Le motiva más, eso seguro", cuenta el fundador de la Academia de Villena.
Australia da el pistoletazo de salida al 2025 de Alcaraz tras un 2024 "sobresaliente". "Yo le pondría un 9,5-9,75. Siempre se quiere más, y decirlo cuando se han han ganado dos Grand Slam, se ha hecho una final olímpica... Es muy complicado", dice Cascales. Pero sí, Carlos sólo piensa en ganar más: "Yo sé que él quiere volver al número uno y le motivan especialmente los Grand Slam, aunque sean complicados. Ese es el reto", concluye.
Arranca el año de Alcaraz. Un año muy largo con el calendario muy saturado, hay que decir. Pero ese es otro tema.