C.S.
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Carlos Alcaraz camina en Róterdam con una realidad en el horizonte: endurecerse como jugador en pista cubierta. El español se abrió paso este jueves hasta los cuartos de final en el Open de Róterdam, completando uno de los partidos bajo techo más sólidos de su carrera deportiva. Si la convicción marca diferencias en este tipo de escenarios, el murciano se obligó a golpear la pelota con el hambre que demanda el entorno.

El número 3 del mundo soltó un mazazo sobre la mesa, apartando por 6-2, 6-1 al italiano Andrea Vavassori para colocarse entre los más fuertes del ATP 500 de Países Bajos. Aunque su rival era un artesano de la media pista, con un talento especial para convertir los partidos en una colección de voleas, el español abrió el abanico de recursos para anular cualquier propuesta al otro lado de la red.

"Es algo que sale de manera natural", dijo Alcaraz sobre alguno de sus golpes imposibles. "Hay muchas situaciones que no puedes entrenar. Simplemente improvisas un poco y sucede. Lograr la victoria es muy importante, pero estoy aquí para entretener a la gente, hacerles feliz mientras disfrutan de mis partidos. No busco hacerlo en cada partido, pero si sucede es positivo".

Con la segunda victoria de la semana en el zurrón, Alcaraz pondrá las piernas en alto antes de conocer a su próximo rival en Róterdam. El murciano disputará los cuartos de final en el ATP 500 de Países Bajos ante el ganador del duelo que cerrará la jornada entre su compatriota español Pedro Martínez Portero y el quinto cabeza de serie danés Holger Rune.

En una jornada repleta de acción en la parte baja del cuadro, Andrey Rublev también encontró el camino hacia los cuartos de final. El tercer cabeza de serie resistió en un duelo intenso ante el húngaro Fabian Marozsan 7-6(2), 7-6(7) para demostrar su aclimatación a la cubierta del Róterdam Ahoy. El antiguo campeón medirá en la siguiente ronda al octavo favorito polaco Hubert Hurkacz, que dominaba 7-5, 2-0 cuando el checo Jiri Lehecka tuvo que abandonar el torneo por lesión.