Sorolla según Pedro Masaveu
Una exposición en el Centro Niemeyer de Avilés homenajea al empresario y presenta por primera vez la mayor colección privada de obras de Sorolla
29 junio, 2018 02:00Vista de la exposición Pedro Masaveu: Pasión por Sorolla © Centro Niemeyer
A lo largo de su vida, Pedro Masaveu (1938-1993) fue, además de un destacado filántropo y empresario, un gran amante del arte. Además de una amplia colección personal impulsó, con nuevas adquisiciones, la Colección Masaveu, uno de los fondos artísticos más importantes de España, cuyos orígenes datan del siglo XIX, propiedad de la Corporación Masaveu y gestionada desde el año 2013 por la Fundación María Cristina Masaveu Peterson. Ahora, una exposición, bajo el título Pedro Masaveu: Pasión por Sorolla, rinde homenaje a este empresario y filántropo a través de su amor por el arte, manifiesto en su especial predilección por el pintor Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923), una de las personalidades más ricas, prolíficas y fascinantes que ha dado la historia de la pintura española moderna.Masaveu fue, de hecho, el principal coleccionista privado de Sorolla, con un total de cincuenta y nueve obras realizadas entre 1882 y 1917, de las cuales cuarenta y seis continúan en la Colección Masaveu y trece pertenecen a la Colección Pedro Masaveu, del Principado de Asturias. Es por ello que esta exposición, que coincide con el veinticinco aniversario del fallecimiento del empresario, ofrece la posibilidad de ver por primera vez esta colección al completo, con la única excepción de la pintura Llegada de la pesca, expuesta actualmente en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
En este contexto, esta muestra, según reconoce el presidente de la fundación, Fernando Masaveu, surge como "un doble reto". "Por un lado se ha querido homenajear a una figura clave en esta Casa, un auténtico mecenas cuyo amor por el arte ha hecho de la Colección Masaveu una de las colecciones privadas más importantes de este país y, por otro, hemos querido llevar a cabo un montaje singular en el que destacasen al máximo las obras de Sorolla sin interferir en la extraordinaria arquitectura del Centro Niemeyer".
Sorolla: Corriendo por la playa Valencia. © Museo de Bellas Artes del Principado de Asturias
Algo en lo que coincide la comisaria de la exposición, Blanca Pons-Sorolla que señala, además, que se trata esta de una selección de piezas "cuya calidad y diversidad nos muestra el carácter del coleccionista". Para la bisnieta del pintor y mayor experta en el estudio de su obra, "una característica común a todas las obras de la colección y que sin duda entusiasmó a Pedro Masaveu es la diversidad de luces y la capacidad sin igual del artista para representarlas. Son las propias obras la que emanan luz".
Así, el conjunto de cuadros mostrado recoge diversas temáticas, con especial atención a los asuntos relacionados con el mar y las playas. Entre ellos hay que citar como referentes de primer orden La familia de don Rafael Errázuriz Urmeneta (1905), Mi mujer y mis hijas en el jardín (1910), Playa de Valencia. Sol de tarde (1908) y Cosiendo la vela (1904) de la Colección Masaveu, y Transportando la uva. Jávea (1900) y Corriendo por la playa. Valencia (1908), de la Colección Pedro Masaveu. Cincuenta y ocho obras de primer nivel dentro de un mismo itinerario expositivo, comisariado por la principal experta en la figura del pintor valenciano, Blanca Pons-Sorolla, que se divide en cuatro apartados: Del retrato velazqueño al retrato al aire libre, del mundo del trabajo a los ocios estivales, escenas de género, costumbristas y al aire libre y, por último, estudios de flores.
Un espacio expositivo diferente
Las estructuras de hormigón y vidrio que sustentan las obras de Pedro Masaveu: pasión por Sorolla están inspiradas en los caballetes de cristal proyectados por la arquitecta italo-brasileña Lina Bo Bardi (1914-1992) para exponer la colección del MASP (Museo de Arte de São Paulo), institución en la que se utilizaron los caballetes entre 1968 y 1996 y donde han sido recientemente recuperados para el mismo fin.Con el uso de estos soportes se crea un diálogo entre dos grandes arquitectos brasileños de fama internacional, Oscar Niemeyer (1907-2012), arquitecto del espacio expositivo de la Cúpula del Centro Niemeyer, y la diseñadora Lina Bo Bardi, creadora de los caballetes de cristal.
Sorolla: Cosiendo la vela © Fundación María Cristina Masaveu Peterson
A iniciativa de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson se opta por este atractivo sistema expositivo que procura que el visitante tenga desde el inicio una perspectiva completa, clara y única del conjunto expuesto, así como del espacio que lo acoge. "Los caballetes de cristal nos invitan a detenernos y estudiar de forma individual cada obra, así como a disfrutar con los juegos de transparencias y reflejos que se crean en las traseras de las obras -ha destacado Blanca Pons-Sorolla-. El resultado de este proyecto museográfico es muy sorprendente y se revela como una solución idónea a la hora de contemplar esta colección en un espacio singular y diferente".Este proyecto, promovido por la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, está organizado por la propia Fundación y el Centro Niemeyer. Dentro del reparto de competencias, la Fundación María Cristina Masaveu Peterson se ha encargado de la producción, el diseño y el montaje de la exposición y el Centro Niemeyer, además de ceder el espacio central de la Cúpula, ha asumido entre otros la iluminación, la realización de talleres educativos y la promoción. La recaudación de esta muestra va destinada íntegramente al Centro Niemeyer.