La obra Fillette au bateau (Maya) de Pablo Picasso ha sido vendido por 18.100.000 libras —equivalente a 20.375.662,28 euros— en una subasta celebrada en la casa Sotheby's de Londres. Se trata de uno de los catorce retratos que Picasso hizo de su hija, Maya Ruiz-Picasso, cuando esta contaba con solo dos años y medio. "Chica en una barca" —la traducción al español del nombre original de la pintura— fue elaborada el 4 de febrero de 1938 —poco después de terminar el Guernica, cuando ya desarrollaba la técnica cubista— y perteneció a Gianni Versacce desde la muerte del pintor en 1973 hasta 1999, dos años después del asesinato del diseñador.
La venta de este retrato, que desde entonces lo custodiaba la casa de subastas británica, se produce apenas dos meses después de la muerte (el 20 diciembre de 2022) de su protagonista a los 87 años, solo 11 días después de comenzar el año en que se conmemora el 50 aniversario de la desaparición de su padre. Hija del pintor y de su amante y musa Marie-Thérèse Walter, recibió el nombre de María de la Concepción en honor a la hermana fallecida de Picasso, pero comenzaron a llamarla Maya porque de pequeña no lograba pronunciar su nombre de pila.
Cuando nació Maya, en 1935, Picasso aún estaba casado con su primera esposa, la ex bailarina Olga Khokhlova, pero la llegada al mundo de su hija supuso un aire fresco para el pintor, pues se encontraba en una profunda crisis personal: "El peor periodo de su vida", confesaría el propio artista. Precisamente por este motivo, la pintura está llena de color y vitalidad.
"Mi padre, que había jurado a Dios dejar de pintar y dibujar si su hermana se salvaba, interpretó este acontecimiento como una señal divina que le impulsaba a hacer arte y a dejar de creer en Dios", contaba la propia Maya en una entrevista con su hija Diana Widmaier-Picasso. La conversación está incluida en el libro-catálogo de la exposición que albergó el Museo Picasso de París hasta finales del año pasado: Maya Ruiz-Picasso, hija de Pablo.
"Con sus ojos miró; con sus manos dibujaba o modelaba; con su piel, sus fosas nasales, su corazón, su mente, con sus entrañas, intuyó quiénes éramos, qué escondíamos en nosotros, nuestro ser. Creo que por eso fue capaz de comprender al ser humano, por joven que fuera, con tanta verdad", sugeriría también la propia Maya.
[Muere Maya Ruiz-Picasso, hija de Pablo Picasso, a los 87 años]
La serie de catorce retratos que dedica a Maya es la más importante que realizó sobre uno de sus hijos. El especialista principal del Departamento de Arte Impresionista y Moderno de Sotheby's, Samuel Valette, asegura que "en sus retratos de Maya, Picasso utilizó su paleta de colores más alegre y brillante, y empleó una combinación de estilos para elevar a su hija al mismo nivel que los cuadros de su madre, Marie-Thérèse, el gran amor del artista, con la que asociamos sus cuadros más románticos".
Además, según apunta Valette, "la demanda de cuadros de los años treinta sigue siendo fuerte, y una obra de este calibre es aún más notable por no haber aparecido en el mercado en casi un cuarto de siglo". La obra podrá verse en Sotheby's Hong Kong del 5 al 7 de febrero, en Nueva York del 11 al 15 de febrero y en Londres del 22 de febrero al 1 de marzo).
['Celebración Picasso': una relectura del mito bajo la lupa de una "pequeña inquisición"]
Por otro lado, hace solo unos días conocimos la noticia de que el retrato de una de las musas recurrentes en la obra del artista, Jacqueline Picasso, su segunda esposa, se vendió en una subasta en la casa Christie's de Londres por 16,89 millones de libras (19,26 millones de euros).
El lienzo Femme dans un rocking-chair (Jacqueline), que Picasso ejecutó en marzo de 1956, fue la estrella de una sesión dedicada de arte de los siglos XX y XXI en la que también brillaron obras de Paul Cézanne y Lucian Freud, entre otros pintores.