Una mujer contempla el 'Retrato de Felipe IV en Fraga' en el Museo del Prado. Foto: Violeta Santos Moura (Reuters)

Una mujer contempla el 'Retrato de Felipe IV en Fraga' en el Museo del Prado. Foto: Violeta Santos Moura (Reuters)

Arte

Felipe IV se reúne con su bufón tres siglos después: las obras maestras que llegan al Museo del Prado

La pinacoteca inaugura una exposición en la que muestra y relaciona con su colección 9 cuadros magníficos de Velázquez, El Greco, Murillo y Goya que pertenecen a la Frick Collection de Nueva York.

6 marzo, 2023 17:22

De Diego Velázquez ya se decía en 1644 que era "el mayor pintor de España". Ese año fue nombrado ayuda de cámara y en febrero acompañó a Felipe IV a la campaña de Cataluña, que tuvo como punto culminante el sitio de la ciudad de Lleida, ocupada por las tropas francesas. En junio, cuando el séquito real se asentó en la localidad aragonesa de Fraga, el artista realizó un singular retrato del rey —el único que pintó entre 1636 y 1654—: lo representó vuelto hacia su derecha, algo muy infrecuente en este tipo de obras, de pie y como militar, que permitía un mayor lujo en la indumentaria y, en consecuencia, desplegar un cromatismo más brillante.

Es una obra maestra que ingenió al mismo tiempo y en el mismo lugar que otro de sus lienzos más emblemáticos, el retrato del bufón llamado El Primo. Un estudio publicado en 2012 confirmó de hecho que la tela de ambos cuadros es la misma. "La comparación permite entender lo que separaba a un monarca de un bufón y los mecanismos que utilizaba un pintor para evidenciar esa diferencia", explica Javier Portús, jefe de conservación de Pintura Española hasta 1800 del Museo del Prado. Si Felipe IV presenta una mirada más elusiva y un rostro más limpio y uniforme, el enano, sentado y que enseña las suelas de los zapatos, mira de frente al espectador, de forma inquisitiva, y se resaltan sus accidentes faciales.

El retrato de Felipe IV en Fraga abandonó las colecciones reales a principios del siglo XVIII con rumbo a la corte de Parma y desde entonces no había vuelto a ver en España. El de El Primo ingresó en la pinacoteca nacional en 1819, aunque tradicionalmente se había identificado con Sebastián de Morra. Ambos lienzos vuelven ahora a enfrentarse en la sala 16 A del edificio Villanueva, como parte de la exposición temporal Obras maestras españolas de la Frick Collection, que se podrá ver hasta el 2 de julio.

'Retrato de un médico' y 'San Jerónimo', dos de los cuadros que se relacionan en la muestra.

'Retrato de un médico' y 'San Jerónimo', dos de los cuadros que se relacionan en la muestra. Sergio Pérez Efe

Como se desprende del título, esta muestra reúne nueve cuadros de cuatro maestros como El Greco, Velázquez, Murillo y Goya que forman parte de una de las colecciones artísticas más importantes de Nueva York, The Frick Collection, reunida por el magnate del acero Henry Clay Frick (1849-1919). El palacio neorrenacentista de la emblemática Quinta Avenida, donde se exponen normalmente, se encuentra en restauración para ofrecer un discurso museográfico más moderno y tener un 25% más de espacio expositivo. Desde el Prado señalan que se trata de un "préstamo excepcional y único", una "ocasión irrepetible". La mayoría de cuadros no se ven en España desde hace más de un siglo.

Tanto Miguel Falomir, director de la pinacoteca, como Javier Portús, han destacado durante la presentación la"calidad excepcional" de las nueve telas. El Vicenzo Anastagi de El Greco, por ejemplo, es el único retrato independiente, de cuerpo entero, de pie y tamaño natural que ha pervivido del pintor cretense. "Es muy inestable, contraviene las leyes de la perspectiva y se complica abriendo la ventana... Vemos a un personaje que casi se abalanza sobre nosotros", analiza el conservador.

La Expulsión de los mercaderes del Templo también se la compró el empresario y coleccionista estadounidense al pintor Aureliano de Beruete en 1909 por una asombrosa suma para la época de 120.000 dólares. El español reconocía que no podía permitirse el lujo de tener tanta cantidad de dinero "colgada de un clavo".

[El Museo del Prado abre sus puertas de noche: así puedes visitarlo gratis de forma única]

'Vincenzo Anastagi'. El Greco.

'Vincenzo Anastagi'. El Greco. Michael Bodycomb The Frick Collection

"Estas obras se sienten en las paredes del museo como en su propia casa", ha destacado Falomir en su intervención. Por eso la exposición se ha planteado como una relación entre los cuadros de la Frick Collection y los que conserva el Museo del Prado. El San Jerónimo de El Greco se enfrenta al Retrato de médico, que plasma a través de la gama cromática esa diferencia entre el personaje vivo y el santo; el Autorretrato de Murillo, inscrito en un marco ovalado y pétreo, responde a una tipología muy característica de los retratos del pintor, como se ve en Nicolás Omazur, género escaso en comparación con su pintura religiosa, pero de gran importancia porque pone rostro a sus amistades y clientes.

También se exponen de forma conjunta el Retrato de mujer que Goya realizó 1824 junto al de Juan Bautista Muguiro (1827). "Muestran la capacidad que tuvo el artista con más de 70 años para abordar el género del retrato y ofrecer planteamientos originales", subraya Portús.

'La fragua' de Goya es una de las obras más emblemáticas de la Frick Collection.

'La fragua' de Goya es una de las obras más emblemáticas de la Frick Collection. Violeta Santos Moura Reuters

Pero los diálogos artísticos no solo se circunscriben a la pequeña sala donde se ha montado la muestra. La fragua de Goya que ha viajado desde el otro lado del Atlántico conduce a la de Velázquez. Ambos lienzos parten de un concepto espacial similar y, alrededor de un yunque, hacen un alarde de su dominio de la expresión corporal. El retrato espontáneo y relajado de Pedro de Alcántara Téllez-Girón, noveno Duque de Osuna, representa en solitario al paterfamilias de Los duques de Osuna y sus hijos. El matrimonio fue uno de los patrones más devotos y entregados del aragonés, quien les pintó más de treinta lienzos.

"Esta exposición ofrece nueva oportunidades de lectura y continuación, así como conocer el estatus de la pintura española en el coleccionismo de principios de siglo XX", resume Javier Portús. "Frick era un coleccionista que podía tener lo que quisiera y si eligió a pintores como El Greco, Velázquez o Goya y es porque formaban parte del panteón pictórico internacional".

Última ocasión en que estuvieron en España

Vincenzo Anastagi. El Greco (ca. 1575). Óleo sobre lienzo, 188 x 126,7 cm: no consta que haya estado nunca.

La expulsión de los mercaderes del Templo. El Greco (ca. 1600). Óleo sobre lienzo, 41,9 x 52,4 cm: 1909

San Jerónimo. El Greco (ca. 1590-1600). Óleo sobre lienzo, 110,5 x 95,3 cm: 1905

Felipe IV en Fraga. Diego Velázquez (1644). Óleo sobre lienzo, 129,9 x 99,4 cm: principios del siglo XVIII

Retrato de un oficial (¿el conde de Teba?). Francisco de Goya (ca. 1804). Óleo sobre lienzo, 63,2 x 48,9 cm: 1914

La fragua. Francisco de Goya (ca.1815-1820). Óleo sobre lienzo, 181,6 x 125, 1 cm: hacia 1835

Retrato de una mujer. Francisco de Goya (1824). Óleo sobre lienzo, 80 x 58,4 cm: 1914