El escultor estadounidense Richard Serra (1938-2024) ha fallecido este martes en su domicilio de Nueva York a los 85 años de edad a causa de una neumonía, según ha informado su abogado John Silberman al periódico The New York Times.
El Museo Guggenheim ha lamentado la pérdida del artista, cuyas "obras monumentales remodelaron nuestras percepciones del espacio y la forma", tal y como ha indicado a través de su perfil en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
Richard Serra era uno de los escultores más importantes de la segunda mitad del siglo XX, autor de trabajos de sobresaliente alcance mediático, como las grandes esculturas de acero que pueden verse en la sala Fish del Guggenheim, tres obras que revelan mejor que nada la magnitud de su quehacer.
En 2010, Serra recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes por "su audacia para vertebrar desde su perspectiva minimalista los espacios urbanos más significativos a escala internacional, a través de obras de gran potencia visual que invitan a la reflexión y al asombro. Muy vinculado con la mejor tradición del arte europeo a lo largo de su brillante trayectoria, Serra es un artista polifacético cuya dimensión universal se expresa en formas contundentes y conceptos sugestivo".
El trabajo de Serra, nacido en San Francisco en 1938, adquirió notoriedad cuando fue abanderado de la revolución escultórica en la que participó hace ahora 50 años, la que zanjó definitivamente el problema del pedestal. Esa revolución, lejana ya en el tiempo, subrayaba la necesidad de abrir nuevas vías para la escultura desde las que repensar la lógica del material y los conceptos solamente a ella inherentes como el peso, la materia, la gravedad...
Se le considera habitualmente uno de los padres de la escultura minimalista si bien hay escultores más minimalistas que él. Sería, más bien, uno de los artífices de la introducción del proceso en la escultura.
En 1967 creó su Verb List (lista de verbos) y comenzó a realizar trabajos directamente relacionados con las acciones que estos verbos dictaban. Así, en la escultura de Serra pronto se impusieron palabras como "splash" (salpicar), "dangle" (hacer oscilar), "twist" (retorcer) o "prop" (apoyar)... Fueron gestos de claro color conceptual, con lo que actuaba en función de instrucciones o premisas previas.
De algún modo, Serra comenzó a desvincularse del resultado final del trabajo y, por lo tanto, dejó de prestar atención a lo meramente visual y a las posibilidades metafóricas de la obra de arte. Una de las piezas más importantes de esta época temprana es aquella en la que salpica el ángulo de un muro con plomo fundido, realizada en 1968 en la galería neoyorquina de Leo Castelli en el marco de lo que sería una de las exposiciones míticas de momento, Nine at Leo Castelli. En esa obra era más importante la acción en sí que el aspecto que dejaría el plomo sobre el muro. Ahí está la revolución de Richard Serra.
"Para poder inventar, me parece necesario transformar el arte en una práctica de juego, en experimentación conceptual", explicaba Serra a El Cultural en 2010. "Libre de escepticismo, el juego renuncia al control y nos permite hallar soluciones o, en cualquier caso, inventárnoslas. Sin embargo, hasta en el juego es necesario trabajar con convicción".
Serra, que creó esculturas utilizando enormes paredes de acero oxidado que transformaron museos y espacios públicos, era conocido por creaciones diseñadas no solo para ser observadas, sino para ser experimentadas. Entre sus creaciones, destaca su grupo escultórico de ocho elementos La materia del tiempo, que se encuentra en el Museo Guggenheim de Bilbao.
También cobra importancia la controvertida instalación Arco Inclinad', exhibida en la plaza federal de Manhattan de 1981 a 1989, momento en el que fue retirada como resultado de una demanda federal y no ha sido exhibida públicamente desde entonces. La placa medía 37 metros de largo y alrededor de cuatro metros de alto.
En 2006, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid anunció que la escultura que este autor había ideado para la inauguración del centro en 1986, Equal-Parallel-Guernica-Bengasi, de 36 toneladas, "se había perdido". Serra realizó de forma gratuita un duplicado que está expuesta al público en su colección permanente desde 2009.
[Richard Serra, los espacios del tiempo]
El artista, que nació en una familia formada por una madre judía rusa y un padre español, ha visto su obra representada en los mejores museos y colecciones del mundo. Además del Príncipe de Asturias de las Artes, también fue condecorado con la Orden de las Artes y las Letras de España en 2008.
La figura de Richard Serra perdurará en el tiempo como imagen del artista que domina a su antojo las leyes de la técnica y el material, y la presencia rotunda e imborrable de su obra permanecerá siempre en el imaginario colectivo de las personas y de los lugares.