En su trabajo es siempre determinante el diálogo con los espacios expositivos, como pudo apreciarse en su impresionante propuesta Las Tres Gracias, presentada en el Jardín de las Tullerías en París por invitación del Museo del Louvre en 2022. Constaba de tres grandes bloques verticales de corcho pintado de blanco, de cerca de cuatro metros y medio de alto. Materiales de construcción mirando al cielo y en diálogo con el jardín.

Aquí, el proyecto se despliega a través de los espacios de la galería, trazando un recorrido de forma aleatoria y a la vez estructurada. Con ello se busca establecer un diálogo entre el cuerpo de los soportes expositivos y nuestra interioridad.

Más que en la arquitectura el interés del artista se centra en los materiales de construcción

Y eso se fija en su título, Museum, que alude a la fragilidad, como se detalla en lo que Cabrita le dice a Hans Ulrich Obrist, en el periódico disponible en la exposición: “De hecho, este Museo de la galería existirá como un prototipo enigmático que nos habla de la compleja fragilidad tanto de los museos como de la percepción que tenemos de nosotros mismos”.

Esa es la cuestión referencial: somos frágiles. A través de ella se articula el recorrido de los espacios. Cabrita Reis señala que más que en la arquitectura su interés se centra en el proceso y los materiales de construcción. De modo que el escenario se configura con un amplio grupo de perfiles de aluminio dispuestos verticalmente, y que permiten ir visualizando todas las piezas.

Vista de 'Museum'. Cortesía Albarrán Bourdais

Es importante señalar que Cabrita Reis no individualiza sus obras, sino que las concibe y presenta como series. Así que Museum es una nueva serie de obras, un conjunto de instalaciones en un espacio específico que se muestra en un diálogo abierto a las miradas y la comprensión de los públicos.

Vamos viendo trozos y componentes fragmentarios de materiales de construcción. Un tiesto roto, dos ladrillos grandes uno encima del otro, dos trozos de madera también superpuestos, un trozo de viga de hierro, dos piezas de yeso con paja, unos cables enrollados, y un artefacto escultórico con figuras de angelitos de pequeño tamaño fabricado con fibra de vidrio y polvo de mármol que vemos fragmentado e invertido.

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Cabrita Reis denomina a todas estas piezas Artefacto, y en cada caso se les une un número. Están acompañadas de un conjunto de 16 pinturas de medio formato, dispuestas verticalmente y enmarcadas con soportes en forma de L. Todas ellas, datadas en 2020 y 2024, llevan el título Museum, con un número específico en cada una.

En definitiva, ahí estamos recorriendo los ecos de la vida a través de la propuesta de Cabrita Reis: trozos y fragmentos reconocibles de materiales, que nos hablan de la fragilidad de los espacios de construcción, a los que se unen unas intensas imágenes pictóricas no figurativas que él asimila con paisajes. Lo que percibimos son ecos dinámicos de formas y dimensiones sensibles, donde lo exterior se une con la interioridad. El diálogo entre los museos y nuestro yo interior.