Cuatro activistas climáticos se han encadenado este domingo a los pies de la escultura del David de Miguel Ángel, una de las más famosas del planeta, en la Galería de la Academia de Florencia para exigir medidas contra la crisis climática y ayudas a los damnificados.
La acción fue realizada por cuatro ecologistas —una chica y tres chicos— del colectivo Ultima Generazione, que desplegaron una pancarta en la que se leía "Fondo de Reparación: 20.000 millones de euros para reparar los daños de las catástrofes climáticas". Más tarde subieron un video a sus redes sociales reivindicando la acción.
Uno de los activistas se encadenó a la barrera que rodea esta estatua, símbolo del Renacimiento italiano, mientras el resto gritaba consignas contra la crisis climática. Algunos de los presentes comenzaron a aplaudir. Agentes del Cuerpo de Carabineros (policía militarizada italiana) llegaron inmediatamente al lugar de los hechos, según informan los medios locales.
Los militantes de Ultima Generazione han llevado a cabo acciones similares sobre otras icónicas obras del arte italiano. Pegaron carteles a la mampara que protege La Venus y La Primavera de Sandro Botticelli en la Galería de Los Uffizi, arrojaron pintura y barro a monumentos como la basílica de San Marco de Venecia y tiñeron de negro las aguas de la Fontana di Trevi en Roma.
El pasado 18 de enero el Parlamento italiano adoptó una ley por la que los autores de actos vandálicos contra obras de arte, monumentos o bienes del patrimonio cultural serían castigados con multas de hasta 60.000 euros, además de con sanciones penales. La norma fue impulsada por el ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, para combatir en particular las protestas de los activistas climáticos.
[En las tripas de los activistas climáticos]