Una imagen de Vaiana

La antesala de la avalancha infantil prenavideña ya anduvo generosa de propuestas -Trolls, Cigueñas, Peppa Pig: Botas de oro, etc.-, incluída la portentosa Kubo y las dos cuerdas mágicas, pero el flujo de estrenos para los más jóvenes no ha hecho más que empezar. La nueva franquicia-secuela de Harry Potter, Animales fantásticos, aún dejará al espectador preadolescente con ganas de andentrarse en otra vasta mitología que no parece terminar nunca, y podrá hacerlo a partir del jueves 15 con Rogue One: una historia de Star Wars, dirigida por Gareth Edwards, donde Felicity Jones es la joven rebelde encargada de robar los planos de la Estrella de la Muerte.

Reina la animación, por supuesto, que este año irá brotando en las pantallas con sello transnacional y multiétnico, procedente de diversos países. Ya en salas, Vaiana es la última joya del genio John Lasseter (Pixar), quien sigue la estela feminista de Frozen con una inteligente reescritura del arquetipo de la princesa Disney, entre la audacia creativa y el gancho comercial. Joven polinesa de rasgos orientales, esta damisela no busca a su príncipe azul, sino evitar la desaparición de su pueblo. Como aperitivo al filme, se proyecta el chispeante corto Inner Workings, suerte de variación de Del revés. También se embarca en una aventura para salvar a su gente el protagonista de la producción china Axel, el pequeño gran héroe (16 diciembre), de Leo Lee. Y de parajes no menos exóticos y animados se alimenta Ribbit, un viaje por la selva amazónica en compañía de una rana que sufre una crisis existencial: odia el agua. Acaso descubra que es un príncipe humano atrapado en el cuerpo de un sapillo. Debut de Chuck Powers, se trata de una elegante producción de Malasia realizada hace dos años, y que llega ahora a nuestras salas.

Una imagen de ¡Canta!

De las cocinas de la creciente animación española nos llegará Pixi Post y los genios de Navidad, dirigida por Gorka Sesma a partir de un relato de Edorta Barruetabeña. La determinada apuesta por la diversidad y protección cultural de esta aventura navideña se centra en la imposible resolucion de quiénes son los prescriptores de las fiestas, reuniendo por primera vez en la pantalla a todos los mitos de la Navidad -los Reyes Magos, Santa Claus, Olentzero, etc.- trabajando en equipo. Se sumará a la festiva cartelera otra fantasías animada de pedigrí y altas ambiciones, ¡Canta! (22 de diciembre), de Garth Jennings, un musical de animales con ansia de estrellato, que se propone enriquecer las fábulas antropomórficas con un cuento clásico de talento y sacrificio hacia el éxito. La banda sonora de este trabajo de Universal Pictures alterna hip-hop, rock, electrónica y todo un ramillete de sonidos contemporáneos.

No todo van a ser universos virtuales, por más que su realismo fotorrealista se manifiesta ya en cualquier película de atracciones. Habrá lugar para el relato clásico del terruño y la infancia como paraíso perdido. Será con la fábula Benito Sansón y los taxis rojos (25 diciembre), que persigue la estela y la calidad del cine familiar francés de tanto éxito (El pequeño Nicolás, La guerra de los botones), con Gérard Jugnot y Jean Reno liderando el reparto junto a un niño con superpoderes, que solo los pierde cuando se resfría. Y el día de Reyes se reserva la traca final con la energía de Monster Trucks, hibridando el romance adolescente, el monster movie de tierna criatura y la fiebre por los motores de alta cilindrada y chasis pesados. Aunque solo sea por su aspecto alienígena, merece la pena. Al fin y al cabo, será esta la Navidad de la diversidad.