Fernando Trueba. Ilustración:  Ulises

Fernando Trueba. Ilustración: Ulises

Cine

Fernando Trueba: "Las canciones de Georges Brassens cambiaron mi manera de ver la vida"

“Humildad, placer y felicidad” es lo que recibió Fernando Trueba (Madrid, 1955) de su gran amigo Bebo Valdés, al que reivindica con la caja recopilatoria ‘Bebo de Cuba’ (Universal/Calle 54). Un festín

20 enero, 2020 11:19

¿Qué libro tiene entre manos?

La época del liberalismo de Josep Fontana. Sólo si conocemos el pasado podemos entender el presente.

¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?

Que no me atrape.

¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?

Con Diderot. Por su inteligencia, su humor, su infinita curiosidad, su vivacidad, su generosidad, la libertad…

¿Recuerda el primer libro que leyó?

De mi infancia recuerdo los de Julio Verne, Salgari, Tintín, la colección Historias de Bruguera…

¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?

Cualquier hora es buena, especialmente la noche. Cualquier lugar es bueno: la cama, el cuarto de baño… y lo mejor: una hamaca. Y siempre que se pueda, en papel.

Cuéntenos la experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.

Descubrir las canciones de Georges Brassens.

Dice que Bebo tenía “el secreto” (de la música). ¿Cuál era ese secreto y dónde lo guardaba?

Bebo no tocaba para asombrar ni al público, ni a los críticos, ni a los músicos. Tocaba para la música, por la belleza, y con el fin de dar placer y felicidad a quienes le escuchaban. Su técnica era luminosa, te hacía soñar… Y no lo guardaba, lo repartía.

La caja que lanzan ahora para homenajearlo es un verdadero festín. ¿Qué destacaría de su contenido?

La Suite Cubana en 5.1, el CD de inéditos, todo. No tiene excipiente como las medicinas.

Lo han titulado Bebo de Cuba. ¿Cómo describiría su importancia en la historia de la música allí?

El musicólogo Ned Sublette, autor del mejor libro sobre música cubana que existe (Cuba and Its Music) y a quien personalmente no conocía, se me acercó y me dijo que Bebo (el disco de piano solo), era el mejor disco de música cubana grabado en ninguna época y en ningún lugar.

Ya ha terminado de rodar El olvido que seremos. ¿Qué le empujó a filmar esta novela de Héctor Abad Faciolince?

Contar la historia de un hombre bueno. La historia del amor de un padre y un hijo, de toda una familia…

¿Qué música escucha últimamente?

El saxo de Nubya García, las Hot Rats Sessions de Frank Zappa, el disco póstumo de Leonard Cohen, el segundo de Jeff Goldblum…

¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?

Me emocionan Hockney y Balthus, Lucien Freud y Francis Bacon, Mariscal y Barceló y Nazario, Manny Farber y Hopper, Sempé y Pierre Le Tan, Art Spiegelman y Loustal, Fernando Bellver y Amaya Bozal…

¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza de crítico…

Los dibujos de Goya. Goya es la bisagra entre el clasicismo y el mundo moderno, entre la ilustración y el romanticismo, entre la razón y sus pesadillas. Le tocó retratar al peor de todos los reyes. Y le dio su merecido. Su obra maestra menos conocida: La Junta de Filipinas (Museo Goya de Castres, Francia). Todos los Goyas están en ese gigantesco cuadro.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?

Me encantaría tener unos Tomatigues de Barceló, que parecen salidos de un libro de Pla…

¿Qué película ha visto más veces?

No sabría cuál de estas: Partie de champagne, de Renoir; Pickpocket de Bresson; El apartamento, de Wilder; El niño salvaje, de Truffaut…

¿Le gusta España? Denos sus razones.

Me encanta, de Madrid a Barcelona, de Cádiz a Santiago, de Mallorca a Zaragoza… Pero sin nacionalismos de ningún tipo. Me gusta su calidad de vida, su variedad a todos los niveles, su clima, su gastronomía, sus pintores, su literatura, sus bares…

Regálenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.

Podríamos empezar con algo tan sencillo como caminar cada día al quiosco más cercano, charlar con el quiosquero, comprar un periódico. Y leerlo.