Un fotograma de la película 'Gaza mon amour'

Un fotograma de la película 'Gaza mon amour'

Cine

Diez películas esenciales para entender el conflicto entre Israel y Palestina

La guerra entre el Estado de Israel y la banda terrorista Hamás ha devuelto el enfrentamiento a la actualidad. Estos filmes ayudan a comprender su complejidad.

10 octubre, 2023 02:30

La guerra entre el Estado de Israel y la banda terrorista Hamás ha devuelto de manera trágica el conflicto a la actualidad. El cine ha tratado en numerosas ocasiones el antagonismo en películas de gran calidad cinematográfica que ayudan a entender su complejidad.

Omar (Hany Abu Assad, 2013)

El palestino Hany Abu Assad es el director que mejor explica la angustia, la desesperación y la aflicción que genera la ocupación. Con tintes de thriller, la película cuenta la caída a los infiernos del Omar del título cuando no tiene mas remedio que comenzar a colaborar con los servicios secretos israelíes y traicionar a sus principios. Personaje enamorado de una chica que le corresponde y a la vez en cólera, Omar comienza una perversa relación con un militar israelí del gato y el ratón en la que Abu Assad reflexiona sobre la forma en que la ocupación se acaba convirtiendo en un estado de sometimiento y manipulación brutal que despoja a los palestinos de su propia cordura.

Hanna K. (Costa-Gavras, 1983)

Película maldita en su momento por las críticas de antisemita y que no vio a la luz en condiciones hasta veinte años después, Hanna K. de hecho es una película bien medida en la que el director griego muestra por una parte el símbolo de esperanza y renacer del pueblo judío con el nacimiento de Israel y la terrible desgracia que eso supuso para los antiguos habitantes árabes de Palestina. Protagonizada por Jill Clayburgh en la piel de una abogada idealista descendiente de víctimas del Holocausto, en el filme vemos cómo su relación con un palestino al que debe defender de acusación de terrorismo le hace entender las terribles dificultades que deben afrontar los expulsados de sus tierras.

Nacido en Gaza (Hernán Zin, 2014)

La franja de Gaza, un lugar de una belleza natural inmensa, es como muchas veces se ha descrito una “cárcel al aire libre” en la que campa la miseria, el desempleo y la desesperanza. El director de origen argentino retrata las muy duras vidas de varios niños que pasan su infancia en una ciudad en ruinas en la que abundan los proyectiles israelíes desperdigados y bajo el miedo constante de que aparezcan los sodados judíos para destruir lo poco que queda. Si hay un lugar en el mundo que se parezca al Apocalipsis, es Gaza.

Éxodo (Otto Preminger 1960)

Basada en una famosa novela de Leon Uris, la película cuenta el heroico rescate por parte de un oficial israelí (Paul Newman) de 200 judíos de un campo de refugiados en Chipre al final de la segunda guerra mundial. La épica del pionero aparece en esta película en la que se cuenta lo mismo que explicó en las páginas de Una historia de amor y oscuridad el escritor israelí Amos Oz: cómo la fundación del estado de Israel supuso una infinita alegría, y alivio, para millones de personas que escapaban del Holocausto.

Gaza mon amour (Mohammed y Ahmad Abou Nasser, 2020)

En clave de comedia “berlanguesca”, la película aborda la miseria de Gaza mediante la figura de un desdichado pescador enamorado que por casualidad encuentra una escultura de la Antigüedad que calcula millonaria en el fondo del mar. Con un tono poético que recuerda a Aki Kaurismäki, en la película vemos a unos habitantes de Gaza que se han acostumbrado a vivir con miedo y apenas tienen para subsistir, y también la corrupción y caos organizativo de unas autoridades de Hamás ineptas.

Intervención divina (Elia Suleiman, 2002)

Personaje a medio camino entre el clown y el activista político, Suleiman denuncia los males de la ocupación (los check points, la condición permanente de terrorista en potencia, el aislamiento o el miedo) mediante una serie de sketches de tipo surrealista y poéticos protagonizados por una pareja que está enamorada y, aunque vive a apenas unos kilómetros de distancia, no puede verse por la rígida compartimentación del territorio controlado por los palestinos pero ocupado por los israelíes que convierten a sus habitantes en ratones en una ratonera.

Múnich (Steven Spielberg, 2005)

Dirigida por Spielberg con el pulso acostumbrado, la película parte de la masacre de 11 atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972 por parte de comandos palestinos para contar una historia distinta. Por una parte, el director nos muestra la barbarie de ese atentado. Por la otra, la mayor parte de la acción narra el asesinato sistemático por parte del Mossad de todos los involucrados en el mismo. Protagonizada por Eric Bana, vemos a un oficial israelí progresivamente traumatizado y los males de los interminables ciclos de violencia.

Vals con Bashir (Ari Folman, 2008)

Las guerras terminan cuando cesan las armas para los periódicos y la opinión pública pero sus efectos nunca acaban para quienes participaron en ella. Contada con animación, Folman narra su propio trauma por haber participado en la Guerra del Líbano de 1982, durante la que se produjo la espantosa matanza de Sabrá y Shatila, en la que murieron cientos de refugiados palestinos a manos de los cristianos libaneses. Poco a poco, el protagonista logrará reconstruir la memoria de aquel episodio sangriento para comenzar un camino de sanación emocional tan duro como doloroso.

The Gatekeepers (Dror Moreh, 2012)

Más cuestionados que nunca después de su fracaso a la hora de prever el ataque de Hamás, los servicios secretos israelíes han tenido tradicionalmente fama de ser los mejores del mundo. En este apasionante documental vemos entrevistas con seis ex directivos del Shin Bet, el servicio de contrainteligencia terrorista israelí desde la guerra de los seis días en 1967 hasta finales de siglo. Atrocidad tras atrocidad, los militares, inteligentes pero envilecidos por tanta sangre derramada, acaban justificando las agresivas tácticas israelíes por aquello de que el “fin justifica los medios”.

Llenar el vacío (Rama Burshtein, 2012)

En un país muy dividido como Israel entre progresistas y conservadores, esta película nos acerca al mundo de los judíos ultraortodoxos con un retrato atento al detalle en el que por una parte vemos la belleza de los guardianes de una cultura ancestral que ha sobrevivido a los siglos con muy pocos cambios y por la otra, precisamente, los males de esas sociedades cerras y opresivas. A partir de la narración de una boda y los dilemas de la protagonista, Burshtein logra una crítica y al mismo tiempo una carta de amor a lo bello de estas comunidades al mismo tiempo.