“Suelto, ligero y por la banda”. La frase de El Buscavidas (Robert Rossen, 1961) explica la forma de comportarse en el juego, como en la vida, cuando no se tiene nada que perder. Pero cobra especial dimensión en los directores de cine. Como en Alfonso Ungría, cineasta“maldito” que publica ahora sus Memorias como quien abre un butrón en la historia del cine español.
Atrevido, ácido, anárquico y divertido, Ungría, autor de películas como El hombre oculto (1970), Tirarse al monte (1972), Gulliver (1976), Soldados (1979), La conquista de Albania (1983), Ehun metro (1986), África (1996) y El deseo de ser PielRoja (2002), y de series para RTVE (donde trabajó durante años) como Cervantes (1981), afronta a tumba abierta, y con una desordenada y estudiada cronología, sus vivencias cinematográficas.
El director deja testimonio de lo complicado que resulta la creación de autor en un mundo dominado por la rentabilidad. Los cineclubs con el grupo de “acción colectiva” formado por Augusto M. Torres, Emilio Martínez-Lázaro y Ricardo Franco, sus experiencias en el NO-DO y sus frágiles anécdotas con productores varios, con Luis Pastor, Camilo José Cela, Elena Anaya, Paloma Chamorro y Carmen Sarmiento, entre otros muchos, forman el material con el que Ungría ha reconstruido su sueño.
El balance parece más que positivo, por lo que no queda otra que reivindicar su trabajo recordando (otra anécdota) el viejo grito de guerra de Carlos Saura durante los meses de 1967: “¡Potemkin!” Otro director que, a su manera, ha experimentado en la forma y el fondo del cine es Álex de la Iglesia, que protagoniza una de las últimas entregas de la colección ‘Cineastas’ de Cátedra. Varios encargos y estudios, especialmente el de la Filmoteca Vasca, han llevado a Antonio Santamarina y Jesús Angulo a recorrer la trayectoria del director de películas como Acción mutante (1993), El día de la bestia (1995), Perdita Durango (1997), 800 balas (2002), Los crímenes de Oxford (2008), Las brujas de Zugarramurdi (2013) y Veneciafrenia (2021), entre otras. Solo con las mencionadas sería bastante para justificar un estudio tan pormenorizado pero, claro, hay muchas más. También en el ámbito de las series –Plutón BRB, 30 monedas...– o en de los documentales, como Messi (2014) o Desenterrando Sad Hill (2017). De la Iglesia, en todas sus etapas (Academia de Cine incluida). Y como consecuencia del éxito de La sociedad de la nieve (solo hay que ver los 12 galardones que ganó en los recientes Premios Goya), Norma publica un ‘así se hizo’ de la mano de Desirée De Fez y Endika Rey. El protagonista, el director Juan Antonio Bayona, del que se incluye una entrevista (también de sus productoras).
Volumen bilingüe con storyboards y fotos del rodaje (con continuas referencias a la historia real de la tragedia del equipo de rugby Old Christians Club en los Andes), el relato y la intrahistoria nos congelan una y otra vez el corazón. Háganse con un ejemplar porque multiplicará su valor después de los Oscar.