Una película de guerrilla rodada en dos semanas en Mallorca durante el verano de 2021. Un equipo muy reducido. Solo cuatro personajes y un divorcio que solucionar. Con estos elementos tan minimalistas, El hombre bueno, la nueva película de David Trueba, indaga en la confianza y en la capacidad de los seres humanos para resolver de la mejor manera sus problemas personales, en reconectar con lo ya olvidado y en asumir los fracasos de una manera conciliadora.
El filme transcurre durante los 4 días de Semana Santa donde todo el mundo (que puede) huye de la gran ciudad y la acción se sitúa en una de esas idílicas casas frente al mar con infinity pool que todos compraríamos si nos tocase el gordo de Navidad.
En ella vive Alonso, el personaje interpretado por Jorge Sanz, un pijo reconvertido que tras una fuerte crisis personal decidió retirarse del mundo, darse a la vida bohemia y pintar mareas. Cuando llega el matrimonio amigo de Vera y Juan para pasar el puente, le revelarán la decisión de divorciarse y le pedirán a Alonso que ejerza de ‘hombre bueno’, que haga de mediador cercano en este proceso tan doloroso.
"Todo esto nace de una historia real en la que un amigo tuvo que hacer de interlocutor en un proceso de separación de una pareja amiga, y en ese momento pensé que sería muy difícil no acabar proyectando tu vida personal de alguna manera en ello. Ahí me surgió el conflicto", cuenta David Trueba.
Una película que sorprendentemente, y pese a la trayectoria de su director, todavía no cuenta con distribución en salas, tal y como relata el cineasta madrileño. "Hay que ir a muchos despachos y muchas reuniones y al final eres consciente de lo que puedes sacar y lo que no, los esfuerzos inútiles te sumen en la melancolía", explica. "Así que sabía que ninguna plataforma importante me iba a poner el dinero para hacer una película como esta. Por tanto, me lo ahorro y la hago por mi cuenta. El cine español por su capacidad y configuración administrativa no permite que haya una producción independiente habitual".
EL HOMBRE BUENO_TRÁILER from FESTIVAL DE MÁLAGA on Vimeo.
Un filme que en su primera parte insiste de manera algo artificial y reiterativa sobre el eterno contrapunto entre la estresante vida urbana versus la reconexión con la naturaleza, entre ser esclavo de tu vida o adueñarte de ella. Pero también, de alguna forma, la película es una oda de amor a la fuerte amistad que une a Trueba con Jorge Sanz.
"David siempre ha encontrado el momento de proporcionarme oxígeno laboral en distintas ocasiones. Y, claro, yo intento devolvérselo con todo el amor posible, da gusto trabajar con él en una peli de bajo presupuesto, ya solo queda que cuente conmigo cuando tenga un presupuesto alto", cuenta Sanz. a lo que añade David
"Me encanta rodar con amigos y desde el principio éramos muy conscientes de que encargar la salvación de un matrimonio a Jorge Sanz era algo bastante cómico", responde Trueba.
La principal madurez emocional del filme recae sobre su personaje femenino protagonista, Vera. "Los hombres suelen ser más acomodaticios en las relaciones, no indagan tanto en sus sentimientos como lo hacen las mujeres habitualmente", asegura Trueba. "Eso les genera mucha frustración cuando no acaban de entender los cambios que pueden venir de tu pareja. Ellas suelen cuestionar mucho más cuando algo no va bien en una relación".
Y precisamente si algo brilla con luz propia en esta película es Macarena Sanz (si pueden revisen su inolvidable y desternillante ciega de la infravalorada Selfie) que interpreta a Vera con su habitual ternura desbordante, siendo de largo lo más auténtico y reconocible de todo el filme.
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"La verdad es que fue un placer participar en esto y sobre todo interpretando al personaje más sensato de todos, es un regalazo", cuenta entusiasmada la actriz madrileña. "Lo que más me motivó fue el componente teatral del guión, además rodamos en un ambiente maravilloso y no nos lo pudimos pasar mejor".
"Lo de Macarena ha sido muy impresionante", añade Trueba. "Por eso quise ponerle un personaje más complejo, ella tiene muchos registros, es versátil y tiene mucha comedia, chispa y brillo, será una de las actrices más importantes de los próximos años. De hecho, ya cuando hicimos la primera lectura de guion, Jorge Sanz me dijo: esta chica está muy bien, ¿de dónde la has sacado?".
El reparto lo completa el carismático y entrañable Vito Sanz (tercer Sanz de la película, pura casualidad) que da vida al personaje de Juan, aunque lamentablemente el guion no saque el partido cómico que merece semejante actor, y al que participar en la película le sirvió de terapia emocional.
"Cuando me llamó David para ofrecerme el papel, yo en ese momento transitaba un doloroso proceso de separación con mi expareja y estaba haciendo el Camino de Santiago en bici. De hecho, me dijo: ¿Tan mal estás? (risas). Así que este proyecto me salvó un poco esos días tan difíciles con la oportunidad de volver a hacer películas con amigos, el cine me ayudó bastante".
Mientras la evocadora melodía mediterránea de la canción de Raimon Veles e Vents abre y cierra la película, David Trueba se acaba disfrazando ocasionalmente de su sobrino Jonás para que sus personajes se traten de enfrentar con la idea del amor y de la pérdida, algo que inevitablemente le resulta bastante cercano.
"Azcona me dio el valioso consejo de escribir sobre lo que conocía, así que siempre hay un componente autobiográfico y biográfico de la gente que me rodea. Es inevitable", explica Trueba. "La vida en pareja siempre corre hacia un viaje de desgaste permanente, y me da la impresión de que solo sabemos vivir los grandes hitos de la relación mientras que no estamos tan preparados para las etapas menos vistosas y espectaculares".