La madrileña Karla Sofía Gascón brilla en 'Emilia Pérez', un musical delirante que funciona

Estamos ante un musical en español ambientado en el mundo de los narcos mexicanos de temática trans y con una historia propia de una telenovela. Y lo más sorprendente es que, en términos generales, funciona.

Más cuestionable es la idea que vertebra el filme, con la que podría parecer que Audiard se sube de manera precipitada a lomos de una corriente progresista muy básica, que viene a decir que la violencia es propensión única del género másculino.

Así, cuando el sanguinario Manitas de Cerdo se transforma en Emilia Pérez, el cambio se produce tanto a nivel físico como moral, pasando a ser ahora, gracias a los millones acumulados durante su actividad delictiva, la primera benefactora de los desfavorecidos.

Sin embargo, es el propio director quien felizmente viene a matizar estos argumentos simplistas con una puesta en escena delirante, ajena a cualquier pretensión realista, y con otros personajes femeninos más complejos que lo que se desprende de la impostada dualidad entre el bien y el mal que representa Manitas/Emilia.

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Aunque como espectáculo mantiene su magnetismo durante todo el metraje, en gran medida por el impresionante trabajo de la actriz madrileña Karla Sofía Gascón (premiada con justicia en Cannes), el filme sí que va perdiendo fuelle como musical.

Con diferencia, el primer número protagonizado por la abogada Rita, una fantástica Zoe Saldaña en el papel de una mujer idealista que irá paulatinamente perdiendo los escrúpulos, es lo más destacado de una potente producción que está más cercana a Annette (2021) de Leos Carax que a cualquier apuesta hollywoodense.