Image: Gerardo Malla

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Escenarios

Gerardo Malla

“El éxito de 'La taberna...' fue un misterio”

11 diciembre, 2008 01:00

Gerardo Malla. Foto: Sergio Enríquez

El CDN reabre La taberna fantástica

El director vuelve a la escena del crimen. Gerardo Malla dirige por segunda vez La taberna fantástica. Consiguió un enorme éxito cuando la estrenó en 1985, aunque como él recuerda no fuera exactamente así desde el principio. Para el nuevo montaje cuenta con Antonio de la Torre en el papel que consagró a El Brujo, además de otros doce actores.

-Ha dicho que La taberna fantástica es una de las cinco mejores obras del teatro español de la última mitad del siglo XX. ¿Lo ratifica?
-Absolutamente. La taberna tiene varias características que para mí la hacen importante, como son la recreación de un mundo marginal que raramente ha subido a los escenarios. Pero a diferencia del sainete, donde habían aparecido tipos populares pero con otro tratamiento, hecho con rigor y una seriedad que relata unos sucedidos que respiran autenticidad. Hay trece seres marginales que huelen a verdad. Y, por otra parte, está el talento fantástico de Alfonso Sastre.

-Sastre definió la obra como una "tragedia compleja".
-En la tragedia compleja el héroe, lo que llama el héroe irrisorio, es un pobre tipo que vive en unas condiciones de vida extremas. Ahí surge de forma natural, entre comillas, la tragedia que puede ocurrir cuando dos individuos están tomándose unas copas y por un equívoco, por un "me han dicho que tú has dicho" acaban matándose. Son unas gentes incapaces de dominar la realidad.

-La obra "no es una mera ilustración del parentesco entre naturalismo y vanguardia", ha dicho Sastre. ¿Cómo la ilustra usted?
-Siendo fiel al autor. Yo siento un cierto rechazo a esa costumbre tan extendida de coger obras de un autor y en vez de penetrar en su espíritu, con las aportaciones lógicas de una puesta en escena, de un director y unos actores, cambiarle la tocata que diría Don Valle. Me parece que es una manera de no respetar al autor.

-¿Puede la obra haberse quedado un poco anticuada?
-Está escrita con la suficiente sabiduría y fuerza como para que los espectadores que la vieron en 1985 y los nuevos que ahora ocupen las butacas, sus hijos, coincidan en que es una función clave del teatro español. Todos la van a entender.

-¿A qué cree que se debió el éxito de 1985?
-Fue la conjunción de las cosas que en el teatro producen un éxito como es un espléndido texto, una excelentísima interpretación y una aportación de la dirección hecha con humildad y con la capacidad necesaria para que texto e interpretación se dieran la mano. ¡Pero hablar de éxito…! El éxito siempre es una palabra equívoca. Hay que tener en cuenta que al Círculo de Bellas Artes fue a vernos muy poca gente y hasta que no pasamos al Teatro Martín, por razones que yo nunca he conseguido explicarme, lo que era una entrada más bien escasa al día siguiente se convirtió en llenos absolutos, en tres años de éxito fulgurante que nos llevó a recorrer España dos o tres veces. Esto forma parte de los Misterios de Madrid, subsección Misterios del Teatro.

-¿Puede la sombra de aquel montaje afectar al nuevo?
-Como soy aficionado, lo voy a explicar en términos taurinos. Me gusta mucho Curro Romero, pero se ha retirado. Ahora, cuando voy a la plaza me tengo que emocionar con los que hay, llámense Manzanares, Morante, Tomás, Castella… Con los que están en activo porque Curro Romero ya no está en la plaza. él se ha organizado su propia vacada, su propia ganadería y sus propios toros. Pues yo, sin establecer comparaciones, debo decir que nunca olvidaré a Curro Romero, que siempre le echo de menos, pero creo que hoy hay que componer los carteles con los que torean en estos momentos.