Escenarios

Rosa María Sardá

12 marzo, 2010 01:00
Actriz
La casa de Bernarda Alba


No se prodiga mucho Rosa María Sardá (Barcelona, 1941) por los escenarios, viene a hacer una obra cada tres años, y casi siempre dirigida por su amigo Lluís Pasqual. "Él ha sido un hombre providencial en mi vida, lo mejor que he hecho ha sido con él (Rosa y María, El balcón, Madre Coraje...), siempre me trae flores maravillosas...". Así que Pasqual pisaba sobre seguro cuando le propuso hacer Poncia en La casa de Bernarda Alba: "Jamás había pensado en ella porque yo apenas he hecho clásicos, no me gusta repetirme y huyo de las comparaciones... pero había otra razón por la que no podía negarme: trabajar con Nuria Espert. Eso, a mi edad, era algo que no podía dejar de hacer". La actriz compone una Poncia soberbia, capaz de convencer al público de su bondad y comprensión, cuando en realidad, explica la actriz, "actúa como la cancerbera de Bernarda, pues no se pone del lado de las hijas, sino que trata en todo momento de conservar su estatus. Ese odio enconado la convierte en la peor de todas, en la más maquiavélica". Claro que, con frencuencia, las dosis de simpatía que imprime el poeta a su personaje suelen llevar al error. "Y es que", dice la actriz, "las peores personas son las más carismáticas".