Música

Los huesos de Juan del Enzina

Antonio Pereira

2 octubre, 2008 02:00

Ahora tenemos sobre el tapete la desmemoria histórica de la fosa de Juan del Enzina, vaya por Dios. No la sabría situar Cristóbal Halffter, pero su genio visionario le ha permitido dejar compuesto un epitafio, virtual previsión para cuando la Providencia se digne mandar. En él ha retomado el Triste España sin ventura (tiempo de penumbra y crisis) seguido del estallido de la vida incoercible, Hoy comamos y bebamos, referencias que se funden en una obra nítidamente original. El estreno mundial aconteció bajo las altas bóvedas de la catedral leonesa. El propio Halffter conducía la orquesta donde hace siglos fuera prior el poeta. Me ha obsesionado siempre la magia de la batuta, la respuesta del conjunto a los imperativos de una voluntad. En la noche que digo he visto en los instrumentistas la huella de Enzina, los altibajos de la ausencia y la esperanza del hallazgo impredecible. Por si al final hubiese quedado un poso de melancolía, el maestro ofreció la Batalla Imperial, también de su cosecha. Oí piafar a los caballos. A los pocos compases, Cristóbal puso la orquesta a la botasilla, y yo vi temblar de aprensión al deán de la catedral más delicada del mundo.