Henry Threadgill. Foto: Pi Recordings

La trayectoria artística de Henry Threadgill (Chicago, 1944) nos sitúa ante uno de los grandes ideólogos, no ya del jazz moderno, sino de la música contemporánea en general. Su instinto creativo prende tanto en la memoria del blues y el gospel como en la composición clásica más afilada, dejándose querer igualmente por toda suerte de repertorios: folclóricos, teatrales, cinematográficos… Hay, sin embargo, en esta apuesta panorámica de la composición, un rasgo complementario aún más importante y revelador: su firme compromiso con la evolución. Es por ello que su música encaja bien en la etiqueta de vanguardia, porque siempre está mirando al mañana y no renuncia a ninguna forma de expresión alternativa. él mismo define su obra a su manera: "Hago música y punto. Música orquestal europea. Música religiosa americana, negra y blanca. Marchas. Todo tipo de música funcional… Todo esto y cualquiera de estas cosas". El saxofonista y flautista americano ha regresado a nuestros escenarios para cumplir privilegiadamente con la afición española. Tras su paso por Barcelona y San Sebastián, esta noche le toca el turno a los fieles del madrileño Club de Música y Jazz San Juan Evangelista.

La memoria hoy nos recuerda las últimas visitas de este icono de la música instrumental contemporánea y el jazz libre, entonces bajo el abrigo de una de sus formaciones más celebradas, la Very, Very Circus. Esta vez acude con el grupo que ha sido el soporte principal de su arrebato creador desde 2000, Zooid, en el que se integran el guitarrista Liberty Ellman, el trombonista y maestro de la tuba José Davila, el violonchelista Rubin Khodeli y el baterista Elliot Humberto Kavee. Sólo con echar un vistazo a esta mera alineación, irreverente a más no poder y con un pie instrumental en la clásica y el otro en el jazz, ya puede sugerir al espectador que todo lo que escuchará será extrañamente nuevo. Y es que Threadgill no ha dejado de buscar y hallar a lo largo de sus más de cuatro décadas de intenso ejercicio y sus más de 150 composiciones grabadas.

Alerta creativa
Miembro fundador de la prestigiosa Association for the Advancement of Creative Musicians de Chicago y líder de aquel movimiento jazzístico que revolucionara la cultura estadounidense de los sesenta al grito de ¡Black Power!, parece estar siempre en estado de alerta creativa: "No percibo mi música con un sentido finito, sino más bien como parte de un continuum, como algo en constante cambio y evolución". Considerado en la década de los noventa como el mejor compositor de jazz por la reputada revista especializada Down Beat, hoy la música de este improvisador nato y creador visionario nos llega a través de algunas de las formaciones más audaces de los últimos años, caso del Trío Air, los grupos Make a Move y X-75 o la Society Situation Dance Band. Igualmente, su escritura musical ha recibido encargos de los cuartetos de Roscoe Mitchell o del Rova Saxophone, así como de grandes orquestas como la American Jazz Orchestra de Harold Arlen. Actualmente graba sus discos para el sello independiente Pi Recordings, donde destacan las recientes entregas junto a la banda Zooid: Up Popped the Two Lips y Pop Star the Tape, Stop. En ambas producciones queda marcado el actual latigazo creativo de Threadgill: música intensa cocinada bajo el fuego de la improvisación y la mejor combinación de arreglos que cualquier rastreador de sonidos pudiera desear.