Image: Los 7 pecados capitales

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Música

Los 7 pecados capitales

Las grandes ciudades de la música se rifan a las estrellas para despedir el año

24 diciembre, 2009 01:00

Simon Rattle, Lorin Maazel, John Eliot Gardiner, Renée Fleming, Georges Prêtre, Marc Minkowski y Cecilia Bartoli

Prêtre, Rattle, Maazel, Gardiner y Minkowski son las batutas de este último tramo del año. Hay propuestas para todos los gustos y bolsillos. Del tradicional concierto en Viena a las retransmisiones online y en directo de la Filarmónica de Berlín. El Cultural ha seleccionado las citas capitales, ciudad a ciudad.

La tecnología, los medios audiovisuales y los abonos disponibles en las webs de culto -Metropolitan, Filarmónica de Berlín- procuran al melómano contemporáneo la ocasión de despedir el año y recibir el próximo sin necesidad de grandes viajes ni cuantiosos desembolsos.

No vale la fórmula para La Cenerentola rossiniana que ocupará a Cecilia Bartoli en Zúrich, ni para el espectáculo de Platée de Rameau en el Palais Garnier parisino, aunque la agenda de la semana entrante también comprende soluciones satisfactorias. Incluido el concierto de Año Nuevo al compás de Georges Prêtre y la liasion del mediático Lang Lang y el siempre convincente Simon Rattle con las huestes berlinesas en la noche de San Silvestre. Todo un acontecimiento.

La temporada española, por su parte, se concede un descanso generalizado. Con la excepción de algunos conciertos de tradición navideña y de dos ciudades. Valencia, en donde Lorin Maazel dirigirá las últimas funciones de la Madama Butterfly del Palau de les Arts, y Barcelona, cuyos últimos fuegos artificiales consisten en un anacronismo -Montserrat Caballé repesca las arias del belcanto- y en un fallido Trovador que se prolongará hasta el 30 de diciembre en el Liceo.

Prêtre da dos veces
Viena
El maestro francés Georges Prêtre vuelve a ocupar la tarima del Musikverein el 1 de enero de 2010. No está claro si por la sintonía que hubo en 2008 o si porque el teórico candidato a dirigir el concierto, Valery Gergiev, fue alejado de los honores en razón de divergencias profesionales.

Conoce bien Prêtre a la Filarmónica de Viena porque empezó a dirigirla hace medio siglo. Ahora la recupera con 84 años y propone un programa que compagina el gran repertorio -El muerciélago-, la obertura más famosa de Otto Nicolai (Las alegres comadres de Windsor), el guiño patriótico a Offenbach y la extravagancia de Hans Christian Lyumbe (1810-1874). Se trata de un compositor danés de escasa circulación y de bastante oficio que Prêtre ha decidió resucitar a propósito del espumante Champagne galop. Tanto aprecio tenían sus compatriotas al maestro que bautizaron a Johan Strauss II como el Lyumbe del sur. La historia de la música ha dado la vuelta al delirio de chovinismo.

Minkovski reaparece
París

El Platée de Rameau ha vuelto al escenario del Palais Garnier y se ha convertido en una de las joyas del repertorio parisino. Mérito de la audacia escénica de Laurent Pelly y de la afinidad musical de Marc Minkovski, cuya reaparición y rehabilitación en la Opera capitalina está relacionada con la huida de Mortier al Teatro Real de Madrid. No es el único proscrito que ha regresado a París, aunque sí el más capacitado, probablemente, para ocuparse de la ópera de Rameau. Le acompaña un reparto de grandes competencias -Paul Agnew, Mireille Delunsch- y comparecen a su vera las huestes de les Musiciens du Louvre. Tanto el día de Navidad, mañana, como la función del día 29.

Las musas del Met
Nueva York

Las dimensiones de la temporada neoyorquina contradicen muchas veces la proliferación de "carteles" redondos. No es el caso de El caballero de la rosa de Richard Strauss, programado el primero de año y el día de Reyes en el escenario del Metropolitan. Porque canta Renée Fleming. Y Susan Graham. Y Christine Schaffer. Y hasta el veterano Thomas Allen. Son las certezas del acontecimiento. Las dudas, acaso, provienen de Edo de Waart, cuya predisposición a los espectáculos somníferos va a toparse con la resistencia de los intérpretes y con la producción "superviviente" de Natahniel Merrill.

Fue creada en 1969 y hay que apuntalarla en el escenario como a una venerable anciana de Proust, pero es una de los tesoros de repertorio que mejor resiste el tiempo y que mejor evocan aún hoy la atmósfera mozartiana de Las bodas de Fígaro.

Bartoli & Rossini
Zúrich

La ópera de Zúrich es una de las casas más atractivas de la temporada internacional. Tanto por la gestión artística del Monsieur Pereira como porque el intendente en cuestión, futuro mandamás de Salzburgo, ha conseguido reunir dinero y artistas para montar un calendario de espectáculos jalonado por el talento Harnoncourt, Gatti y Cecilia Bartoli.

La mezzo italiana se concede una pausa en la gira de Sacrificium -que la ha llevado estos días por Barcelona, Madrid y Murcia- en beneficio de sus afinidades rossinianas. Interpreta a Angelina, el rol protagonista de La Cenerentola, el 31 de diciembre, y tiene la compañía de Carlos Chausson, uno de nuestros bajo-barítonos más en boga, en el papel de Don Magnífico. Se entiende así que, a estas alturas, hacerse con una entrada para el acontecimiento se antoje una misión imposible. Si bien circula ya una reventa a precio de millonario suizo.

Maazel suda el sueldo
Valencia

Lorin Maazel permanece en Valencia para asistir a la transición de 2010. Los honorarios que percibe le obligan a sudar en el foso los días 27 y 30 de diciembre amén del 3 de enero, exactamente como les sucede a las modestas estrellas del reparto. Por un lado, la soprano ucraniana Oksana Dyka, aplaudida con fervor en la noche del estreno, el pasado 9 de diciembre. Y, por otro, el tenor griego Demos Flemotomos. Que existe realmente a pesar de que el apellido y la aliteración dejan bastante margen a toda suerte de suspicacias.

Ambos ocupan el espacio conceptual de Mariusz Trelinski en un montaje importado de Varsovia, aunque el protagonismo absoluto de las veladas corresponde a Maazel y a la excelente orquesta valenciana.

Gardiner entre canales
Venecia

Venecia, La Fenice y Gardiner. He aquí tres buenas razones para celebrar el fin de año en la Serenissima. Son las coordenadas de la gala que se celebra en la transición -30, 31 y 1- y que además implican la presencia de Anna Caterina Antonacci y Francesco Meli. Ambos cantantes participan de un programa extravagante ideado por John Eliot Gardiner. La prueba está en que el maestro británico compagina el repertorio de Dvorak y Rossini con el de Donizetti y Bizet. Insistiendo además en Verdi y en La Traviata, toda vez que la ópera del cacareado brindis se estreno en el templo de La Fenice.

Rattle emplaza a Lang
Berlín

Los melómanos berlineses y los visitantes ocasionales han puesto el cartel de "no hay billetes" para la despedida del año en la capital germana. Dirige la orquesta el maestro titular, Simon Rattle, aunque el latigazo mediático tiene que ver con la presencia de Lang Lang, ubicuo pianista chino que emula a una estrella de rock en términos de mercadotecnia. Le trae a Berlín la fiesta de San Silvestre y el Concierto para piano número 2 de Rachmaninov, piedra de toque de su virtuosismo y preámbulo del segundo acto del Cascanueces con que Rattle despide el ejercicio de 2009. No sólo el 31. También los días 29 y 30. Que pueden vivirse desde la distancia gracias a la extraordinaria web de la Filarmónica.