Collage Vallejo
José Pedro Carrión estrena en Madrid "Katacumbia"
6 mayo, 2004 02:00Carrion, en el centro, acompañado de T. Berganza y V. Berlín. Foto: A. De Benito
José Pedro Carrión estrena el 6 de mayo en la sala madrileña Tribueñe Katacumbia, un proyecto muy personal que ha llevado a cabo con el dramaturgo Alfonso Vallejo. Se trata de un collage escénico que intenta mostrar la variedad estilística de la obra del autor y reflexionar en torno al valor social que tiene el teatro en nuestros días.
Continuando con el símil de la pintura, Vallejo cree que el estilo de su teatro se inscribiría en el practicado por los fauvistas, de colores vivos y nada naturalistas: "El teatro que me interesa consiste en una reelaboración de la realidad, en su reinvención escénica. De ahí la diversidad de estilos y lenguajes. De ahí su carácter poliédrico, heterogéneo y policromático. El lenguaje cambia según el ritmo, el carácter y la intensidad de la acción. También su descodificación. Una síntesis permanente de géneros. ¿Poesía? No, sólo teatro, como yo lo veo". Y añade que si escribe teatro es para que los intérpretes disfruten y se luzcan.
Katacumbia se articula en torno a un personaje central, Rex Leone Pototi (Carrión), un actor que ha sufrido traumatismo muy grave durante la representación de una obra. Una bola de acero del contrapeso se ha desprendido y el actor ha sido empujado por una trampilla abierta hasta dar en el contrafoso. Es un accidente que el propio Carrión sufrió en sus carnes pues, según cuenta, "a Chema Muñoz y a mi nos cayó desde el telar un bola negra de acero del contrapeso a unos centímetros porque la cuerda era tan vieja que estaba podrida. El teatro te mata y te da la vida". El personaje es internado en la Unidad de Cuidados Intensivos de un país indeterminado (Katacumbia), pero tiene momentos de lucidez en los que es sometido a un interrogatorio. A partir de ahí "la obra se desarrolla como un proceso al sentido que tiene el teatro en nuestra época, a su necesidad crítica y a sus sistemas de supervivencia", añade el autor.
Prueba con los hombres. Ya en este terrerno habla Vallejo del teatro "como del único modelo experimental que tenemos para hacer pruebas con los hombres". Y siendo así su peculiar naturaleza ¿cómo es posible que interese tan poco el teatro que hoy se escribe, que apenas se estrene?. El autor apunta un remedio: "La autoría actual sólo necesita que alguien se ocupe de ella como tiene que ocuparse, con un proyecto coherente y medios suficientes. Nada más y nada menos. La colaboración de Irina Kouberkaia y la sala Tribueñe que dirige son un buen ejemplo de cómo pueden hacerse las cosas". Una sala abierta recientemente, en la calle Sancho Dávila 33 del barrio madrileño de Ventas, y que aspira a ser un lugar donde acoger teatro de interés.