La ilusión del Barroco enciende el Lara
Rocío Marín, Alicia Lobo y Zaloa Zamarreño.
Una forma de vivir, de perdurar, de soñar. Así califica el director Fernando Sansegundo Barrocamiento, obra que se estrena el lunes en Madrid y que consigue el "milagro" de reunir sobre el escenario del Teatro Lara a las escritoras del Siglo de Oro Sor Juana Inés de la Cruz, María Zayas y Feliciana Enríquez.
Con estas premisas la productora SioSi Teatro y Fernando Sansegundo, su director, han construido el fresco de una época, de un mundo cargado de contradicciones pero al mismo tiempo de enorme eclosión cultural. Las tres son producto de un tiempo convulso que escribió algunas de las mejores páginas de nuestra historia. "La biografía de al menos dos de ellas nos ha llegado de un modo confuso y fragmentado -explica Sansegundo a El Cultural-. La función no pretende reflejar una exactitud histórica aunque viene avalada por una investigación profunda. Lo que dejamos traslucir de sus vidas es una realidad muy posible. Su obra es un punto de partida. La belleza que nos transmitieron a través de sus obras vuelve a expresarse ahora, en el tiempo presente, a través de textos firmados por ellas y otros creados expresamente para el espectáculo".
El director compara la época de nuestras protagonistas a un descubrimiento, un encantamiento o, por qué no, un renacimiento. Significó una manera de sumergirse en un mundo en el que cualquier maravilla, cualquier milagro o cualquier horror podía producirse sobre el escenario: "Era el mundo y no sólo un recinto donde mostrar una anécdota. En el Barroco se hacía cotidiana esa paradoja, un prodigio que se sigue repitiendo a lo largo del tiempo mientras el teatro siga provocando ilusión".
Otra de las lecturas que pueden hacerse de este Barrocamiento es el diálogo entre el Nuevo y el Viejo Mundo. La mexicana Sor Juana Inés de la Cruz (San Miguel de Nepantla, 1651) y las españolas María Zayas (Madrid, 1590) y Feliciana Enríquez (Sevilla, 1569) sirven de puente entre las dos orillas. "Desde luego -señala Sansegundo- pero no es una de las líneas principales de la obra. En todo caso es un diálogo entre el viejo mundo de ellas y el nuevo que es el que vivimos actualmente. Las cosas no han cambiado porque la sensibilidad humana es similar y las estrategias de poder son muy parecidas. La obra comparte el destino común de las escritoras pese a no haberse conocido nunca. Y, sobre todo, se muestra una especie de encantamiento, un ‘barrocamiento' que ejerce en una noche de ánimas la fuerza del teatro y de la memoria. Son almas, son recuerdos, y, en el fondo, son pura vida por difuntas que estén".
Tanto el director de la obra como la productora se han volcado en este montaje después de estudiar y valorar textos de Lope, Calderón o Cervantes. Optaron por rescatar la obra de estas autoras al mismo tiempo que se interrogaban sobre el porqué del olvido que rodea voces como la que Sor Juana Inés de la Cruz exhibe en estos versos: Detente sombra de mi bien esquivo/ imagen del hechizo que más quiero/ bella ilusión por quien alegre muero/ dulce ficción por quien penosa vivo/ Si al imán de tus gracias atractivo/ sirve mi pecho de obediente acero,/ ¿para qué me enamoras lisonjero,/ si has de burlarme luego fugitivo? (...) Para Sansegundo, más que hechos concretos de la aventura existencial de estas autoras Barrocamiento enseña una forma de ser, de vivir, de soñar, de perdurar: "Ahora hay menos menos miedo y menos complejos a la hora de mirar nuestro pasado teatral por parte de nuestros creadores. Esta elección ya la tomaron autores de otros países hace décadas. Los clásicos griegos, Shakespeare o la historia teatral de cada cultura han sido influencias muy potentes para dramaturgos recientes como Müller, Berkoff y otros muchos". ¿Por qué las tres vinimos y en tal lugar y tiempo coincidimos?, se preguntan a coro nuestras escritoras. La respuesta, en Barrocamiento.