Image: Las Navas de Tolosa-1212, fin del sueño islámico sobre la península ibérica

Image: Las Navas de Tolosa-1212, fin del sueño islámico sobre la península ibérica

Letras

Las Navas de Tolosa-1212, fin del sueño islámico sobre la península ibérica

800 años después de la sorprendente victoria cristiana, que propició el éxito de la reconquista, el escritor Francisco Rivas rememora la batalla en su primera novela

13 julio, 2012 02:00

Vidriera de la Real Colegiata de Roncesvalles en la que se recrea la batalla de las Navas de Tolosa.

El éxito de la reconquista peligró tras la derrota sufrida por las tropas cristianas en la batalla de Alarcos. El 19 de julio de 1195 Yusuf II hizo que Alfonso VIII de Castilla doblara el espinazo a orillas del Guadiana, a escasos kilómetros de Ciudad Real. Los almohades se apoderaron de las tierras controladas por la Orden de Calatrava. La consecuencia más grave era que Toledo quedaba en una posición débil. Una nueva embestida musulmana podría hacerla caer en cualquier momento. Pero este escenario dio un vuelco sólo 17 años después, en las Navas de Tolosa, el 16 de julio de 1212, en una nueva batalla con los mismos contendientes pero con un resultado diametralmente opuesto.

"Es un momento determinante en nuestra historia. A partir de ese instante el imperio almohade se hunde. Ya no hay fuerza en la península capaz de contener el empuje de Castilla y Aragón hacia el sur". Es el lapidario diagnóstico de Francisco Rivas, joven autor de 23 años que debuta en la novela con 1212. Las Navas (La Esfera de los Libros). De entrada parece un empeño demasiado ambicioso para alguien de su edad, algo que él mismo reconoce: "Sí, hay una buena dosis de inconsciencia en esta novela. De hecho, empecé a escribirla con 19 años, pero tuve parar porque me surgieron dudas". Al final, ha conseguido despejarlas y ponerle punto y final a 329 páginas que intentan ofrecer una visión equilibrada del crucial enfrentamiento.

Dos hechos confluyen para avivar el deseo de Rivas de poner por escrito la batalla: "Mi padre es militar, y desde niño siempre me ha estado narrando batallas históricas, entre ellas la de las Navas. También, al ser andaluz que viajaba con frecuencia a Madrid, las Navas de Tolosa era un enclave que atravesaba con frecuencia por la carretera". La curiosidad picaba, cada vez más. La curiosidad y una cierta pesadumbre: "Creo que es una batalla subestimada". Él la devuelve a la actualidad con su novela, que además coincide con una efeméride redonda (este lunes se cumplen su octavo centenario). Dos buenos motivos para recordarla.

En el campo de batalla ambos bandos echaron el resto. Cada uno intentó reunir a sus mejores hombres, con sus mejores pertrechos. Las cifras bailan mucho según la voz que relata el enfrentamiento. Rivas pone las suyas sobre la mesa: "Había unos 70.000 cristianos, fruto de las alianzas forjadas por Alfonso VIII de Castilla, y unos 200.000 musulmanes, estos últimos acaudillados por el califa almohade Al Nasir". En lo que sí hay cierto consenso es en que los segundos triplicaban a los primeros. Viendo a ambos ejércitos desplegados pocos hubieran apostado de antemano por una victoria cristiana. "Además, los musulmanes llegaron antes al lugar y ocuparon las mejores posiciones".

Pero entre las distintas facciones que componían su imponente ejército no existía una fuerte cohesión. Las filas no estaban tan prietas. "Entre andalusíes y almohades existían fricciones que se agravaron con la ejecución de Ibn Qadis, que prefirió ceder Calatrava a los cristianos para evitar una carnicería entre sus soldados. Los almohades no le perdonaron esa rendición y lo acabaron matando. Él era andalusí y por tanto azuzó la desconfianza entre ellos". Esa falta de unidad debió notarse al recibir las distintas oleadas cristianas. Fueron tres, según Rivas. Primero embistió el adalid López de Haro, los francos y las milicias concejiles. Luego se lanzaron las órdenes militares, que causaron mayores estragos en el enemigo. Y la tercera que terminó por desmoronar la resistencia llevaba a la cabeza a los arzobispos y los reyes.

Las bajas fueron copiosas. Otra vez las cifras bailan. Rivas habla de unas 100.000 (75.000 cristianos y 25.000 sarracenos). Cuentan que los caballos a duras penas se abrían paso entre tanto cuerpo tendido sin vida o agonizante en el suelo. Tristes guerras. Habría que esperar a 1492 para ver la caída de Granada (que agauntó por pura convenencia ecónomica) y con ella la evaporación del sueño de una península ibérica bajo el influjo islámico.

Antes y después de la batalla crucial

1130 Se funda la dinastía almohade con Abd Al-Mumin, bisabuelo de Al-Nasir.
1147 Los almohades arrebatan Sevilla a los almorávides.
1154 Nacimiento de Sancho VII de Navarra.
1155 Nacimiento de Alfonso VIII de Castilla.
1158 El abad Raimundo de Fitero funda la Orden de Calatrava.
1160 Nacimiento del Santo Padre Inocencio III.
1177 Nacimiento de Pedro II de Aragón.
1181 Nacimiento de Al-Nasir.
1195 Yaqub Al-Manusur, padre de Al-Nasir, derrota a Alfonso VIII de Castilla y Alfonso IX de León en Alarcos. Se firma una tregua entre Castilla y los almohades.
1198 La Orden de Calatrava reconquista Salvatierra.
1211 Al-Nasir, en respuesta a las incursiones castellanas en Jaén, arrebata Salvatierra a los calatravos. 1212 Batalla de la Navas de Tolosa. 1213 Pedro II de Aragón muere en Muret combatiendo a los cruzados de Simón de Montfort. Al-Nasir muere el día de Navidad en Marrakech.
1214 Muerte de Alfonso VIII de Castilla.
1216 Muerte del Santo Padre Inocencio III.
1236 Fernando III el Santo, nieto de Alfonso VIII, reconquista Córdoba.
1248 Fernando III el Santo rinde Sevilla. Muere Ali Al-Said, último califa almohade.