Image: Enrique Bocanegra: Indirectamente, Franco abrió a Philby las puertas del MI6

Image: Enrique Bocanegra: "Indirectamente, Franco abrió a Philby las puertas del MI6"

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Enrique Bocanegra: "Indirectamente, Franco abrió a Philby las puertas del MI6"

Enrique Bocanegra ha reconstruido en Un espía en la trinchera (Tusquets), último premio Comillas, la peripecia de Kim Philby en la guerra civil española.

28 febrero, 2017 01:00

Enrique Bocanegra

Kim Philby. Misión: matar a Franco

Cuenta Enrique Bocanegra (Sevilla, 1973) que su idilio con Kim Philby -con su historia- comenzó en 2010, cuando descubrió que el famoso espía británico había tenido un fuerte vínculo con España después de su paso por el país durante la guerra civil. Compró todas las biografías disponibles de Philby. "Pero con alguna excepción la información sobre su participación en la guerra civil española era irrelevante", recuerda. Decidió investigar. "En 2013 localicé a dos de los biógrafos más importantes de Philby, que además le conocieron personalmente, Phillip Knigtley y Patrick Seale, y les visité en Londres. También visité los archivos de The Times, el diario para el que Philby trabajó como corresponsal durante la guerra, y conseguí los artículos que publicó y parte de la correspondencia que mantuvo con sus editores, material hasta ahora inédito".

P.- La guerra civil española fue la primera gran misión de Philby. ¿Se podría decir que aprendió gran parte de lo que después puso en práctica como doble agente esos años?
R.- El propio Philby reconoce literalmente en su autobiografía, "Mi guerra silenciosa", que es en España donde concluye su período de aprendizaje y alcanza su "plena madurez como agente al servicio de los soviéticos".

P.- En el libro dice que la condecoración que Franco le hace a Philby después de que este sobreviviera a un ataque republicano es uno de los pilares sobre los que espía construye toda su carrera. ¿Tan importante fue? ¿Por qué?
R.- En el verano de 1941, Philby es reclutado por el MI6 para trabajar en la sección V (contraespionaje), en el despacho que se ocupaba de la península ibérica precisamente por su experiencia: había estado dos años y medio en España, había recorrido todo el país, y sobre todo tenía excelentes relaciones con el bando ganador. En todas partes era conocido como el periodista que había sido condecorado por Franco y su nombre incluso había sido mencionado en el Parlamento de Westminster. Indirectamente fue Franco quien le abrió las puertas del MI6.

P.- Hay, creo, quien cree que es sospechoso que Philby saliese ileso de aquella bomba republicana. ¿Hubo algo extraño ahí o simplemente tuvo suerte?
R.- La teoría de que Philby pudo provocar aquella explosión en el frente de Teruel surgió más de 30 años después de la guerra y, a mi entender, no tiene fundamento. Por lo que sabemos, ya que el área de la explosión fue evacuada inmediatamente ante el temor de una ofensiva republicana, el obús impactó unos dos metros por delante del coche matando en el acto al periodista Bradish Johnson, que ocupaba el asiento del piloto. Su cuerpo protegió a Philby, que estaba sentado en la parte de atrás y que solo sufrió unos rasguños en la cabeza muy aparatosos, ya que sangró mucho, pero que no pusieron en peligro su vida.

P.- ¿Hasta qué punto se permitió especular en aquellas zonas que no tenía claras?
R.- No me gusta especular. En aquellas zonas oscuras en las que no hay fuentes ni testimonios que nos guíen, prefiero plantear las preguntas pertinentes sin olvidar nunca que la narración debe ser amena.

P.- ¿Hasta dónde la vida de Philby sirve para contar la historia del siglo XX? Usted lo haces de alguna manera con las primeras décadas del s. XX y con la misma guerra civil.
R.- Philby siempre reconoció, incluso ante sus seres más queridos, que para el lo político tenía siempre prioridad sobre lo personal. La política fue la pasión que vertebró toda su vida y todo lo político tuvo una incidencia directa en su trayectoria, desde la llegada de Hitler al poder hasta la expansión del fascismo por el centro de Europa y por supuesto la guerra de España, acontecimiento que marcó no solo a Philby sino a toda su generación.

P.- ¿Por qué se trunca exactamente la misión que le encomiendan de matar a Franco? ¿Se anula la orden antes de que lo intente?
R.- Esta misión es uno de los grandes misterios de la vida de Philby. De hecho siempre negó haber recibido esa orden. Solo tenemos retazos de información proporcionada por algunos desertores, como Krivitsky, y algunas comunicaciones que fueron descubiertas muchos años después de los hechos. A grandes rasgos, y según parece, Theodor Mally, el controlador de Philby en Londres, recibió la orden de enviar a alguien a España para que le mandase matar a Franco. Pocas semanas después el tercer miembro del Círculo de Cambridge, Guy Burgess, aparece en Gibraltar y se entrevista en The Rock Hotel con Philby. A partir de aquí perdemos la pista de Philby durante un mes. No sabemos donde estuvo entre principios de abril de 1937, cuando tuvo lugar la entrevista, y el 12 de mayo cuando regresa a Londres. ¿Llegó a Salamanca? ¿Pudo rondar el Palacio Arzobispal, donde se alojaba Franco, buscando fallos en su seguridad? Sin embargo una pregunta más pertinente sería ¿qué opciones tenía alguien como Kim Philby, un estudiante de Cambridge que carece de experiencia militar, que no sabe manejar un arma de fuego o un cuchillo, ni activar explosivos o administrar venenos, de matar a Franco, el caudillo militar de un país en guerra protegido por docenas de soldados bien entrenados? Posiblemente ninguna. Todo parece indicar que Theodor Mally, el mentor de Philby, atribuyó esa orden al ambiente enloquecido que se vivía en la Lubyanka en la primavera de 1937, el momento álgido de las purgas de Yezhov, y que decidió salvar a Philby y salvarse a sí mismo, ya que en caso de que lo hubiesen capturado con vida intentando matar a Franco lo habría revelado todo sobre el círculo de Cambridge y los agentes soviéticos que les reclutaron, y no le transmitió la instrucción a Philby o lo hizo de forma que no la pudiese cumplir. El centro de Moscú parece que también culpó del fracaso de la misión a Mally. Pocas semanas después le ordenaron regresar a la URSS y le ejecutaron aquel mismo año por traición.

P.- ¿Diría que la historia de Kim Philby ha sido la más traumática que ha vivido el MI6?
R.- Phillip Knightley, un periodista que investigó a Philby durante 20 años, y el último que le entrevistó en Moscú en enero de 1988, me confesó que el MI6 seguía "obsesionado" con Philby y que todavía vive con el temor de que una situación así vuelva a producirse. Resulta extraordinario que 50 años después de su deserción, cuando, no solo Philby sino todos los que le conocieron han desaparecido, su espíritu siga rondando los pasillos de Vauxhall, la sede del MI6.

P.- Después de que descubriesen su traición, ¿puso en marcha el servicio de inteligencia británico algún tipo de medida de seguridad extraordinaria?
R.- La primera y más obvia fue mudarse. Dos años después de su deserción el MI6 abandonó el edificio en el 54 de Broadway, que había ocupado durante 40 años, y donde Philby había desarrollado su actividad como topo, y se trasladaron a otro edificio, Century House. Pero más importante fue el esfuerzo para esclarecer lo que había sucedido. Stella Rimington, la primera mujer directora del MI5, comenta en sus memorias que en la década de los 70 todavía interrogaban a cualquier persona que hubiese conocido a Philby buscando los pedazos de información que permitiesen resolver el misterio.

P.- Dice que la política vertebró la vida de Philby, pero aa la impresión de que a Philby no le importaban demasiado las ideologías. ¿Cree que hubo algo de idealismo, una intención de trabajar para triunfara el comunismo, en su manera de actuar?
R.- Phillip Knightley decía que Philby era un hombre con muchas capas: está el idealista que decide hacerse comunista en 1933, con 21 años, y se mantiene fiel hasta su muerte en 1988; el manipulador que engañó durante décadas a amigos, esposas y compañeros de trabajo; el ambicioso que acepta servir al servicio secreto soviético para sentirse parte de "una élite"; etc. Lo fascinante de Philby es que una sola persona ofrezca un abanico tan amplio de experiencias humanas.

@albertogordom