Elisa Levi, perdida entre tinieblas
La segunda novela de la precoz escritora demuestra una ambición literaria nada común y notables dosis de imaginación
27 septiembre, 2021 06:28Aunque hubo quien relacionó, quizá de manera desmesurada, la primera novela de Elisa Levi (Madrid, 1994), Por qué lloran las ciudades (2019), con “el fatalismo generacional de un Werther o el ‘desorden y dolor precoz’ de Thomas Mann”, lo cierto es que su segunda ficción, Yo no sé de otras cosas, confirma una ambición literaria nada común y notables dosis de imaginación, capacidad para desarrollar una trama sugerente, con ecos de Rulfo, Sara Mesa y Delibes, y un más que convincente dominio del idioma.
La novela arranca cuando su verborreica protagonista, Lea Pequeña (hija de Lea Grande), comienza a entretener con sus historias a un viajero. Están casi en el fin del mundo, frente a un bosque del que nadie regresa y cerca de su aldea, un lugar con más pasado que futuro y más viejos que jóvenes (cuatro, Lea incluida) atrapados por la certeza de que sus sueños de prosperar en esa España “vaciada”, que según Lea “de vaciada no tiene nada”, son tan vanos como los de huir a la ciudad que ni los espera ni los necesita.
De las tragedias familiares y los rencores que ocultan las paredes del pueblo, de los amores imposibles o no correspondidos y oscuras venganzas, de los traumas, en fin, de una tierra olvidada, nos habla este libro intenso y embriagador, que nos obliga desde ahora a seguir los pasos inquietos de una joven autora, también poeta, que tiene mucho y bueno que contar.